1. Doña Gloria


    Fecha: 15/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: lauragv, Fuente: RelatosEróticos

    ... acariciar mis huevos, sacó su lengua y me lamió desde los huevos hasta la punta, comenzando a tragársela poco a poco hasta la base y después salió poco a poco, repitiendo el movimiento varias veces y haciéndome que me contorsionara y que gimiera de placer, después de una rato y cuando casi termino en su boca, me apretó fuerte con sus dedos la base del pene evitando mi eyaculación, se puso en cuatro sobre mi acercando sus enormes tetas a mi boca y con una voz sensual, tierna y melodiosa me dijo:
    
    - Chúpame mis tetas.
    
    Comencé a chuparlas como un loco desesperado, ella sonreía y movía sus tetas para que chupara una y la otra, yo me moría de ganas de tener esas tetonas en mis manos y apretarlas pero no podía por mis manos enyesadas, se acostó a mi lado boca arriba y me dijo con su voz sensual.
    
    - Te toca chuparme a mí – Yo me incorpore inmediatamente, me coloque en medio de sus piernas y observe sus labios rosaditos y brillosos y nada de vellos – Mámamela – me dijo.
    
    Me abalance sobre ese manjar dispuesto para mi solito y comencé a chuparla torpemente, ella con ternura y paciencia, entre gemidos y suspiros, fue indicándome que tenía que hacer, su respiración se hacía mas agitada hasta que soltó un suave gemido al momento que apretaba las piernas sus manos apretaban mi cara contra su vagina y después aflojó todo su cuerpo.
    
    - ¡Que rico!, - dijo aún con la respiración agitada - ¡Que rico me has mamado Tony!, pero ahora quiero que me la metas.
    
    Me agarro mi verga y ...
    ... la enfiló a su vagina y yo solo empuje al momento que ella gemía nuevamente, comencé con el vaivén con un ritmo rápido, y ella me controló.
    
    - Despacio, despacio – me dijo – no quiero que termines tan rápido.
    
    Así le di por un buen tiempo, entre rápido y despacio, aguante un poco mas de tiempo, y cuando ella vio que ya estaba por terminar me dijo que me saliera, ella se levantó inmediatamente y se metió mi verga en su boca al momento que yo soltaba mi chorro de leche dentro de ella, se tragó toda y con la lengua me limpió mi verga para que no quedara nada de mi leche en ella y sus dedos hicieron lo propio con un poco que le escurría de su boca.
    
    Nos acostamos y al poco rato ella se levantó y se fue al baño a asearse, cuando regresó aún desnuda, se acostó junto a mi y comenzó a acariciarme la verga otra vez, volviéndose a templar, ahora ella se montó en mi y comenzó a cabalgar de lo rico, yo veía sus tetotas como se movían al ritmo de frenético movimiento, con ganas de agarrarlas y apretarlas para que no saltaran tanto, después de un rato se puso en cuatro sobre la cama y yo me puse detrás de ella parado al lado de la cama, con una mano entre sus piernas agarró mi verga y la dirigió a su vagina y entro de un solo empellón, lanzado ella un sensual gemido de placer. Con mis manos enyesadas, como pude, la sostuve de la cadera y comencé a darle.
    
    - ¡Que rico!, ¡así, así dele más!,… ¡hay, hay que rico! – decía entre gemido y gemido.
    
    Cuando ella sintió que estaba por ...