Está mal, pero es tan lindo - Relatos Eróticos

Está mal, pero es tan lindo

Hola, a mis 34 años conservo la figura. Tal cual mi madre, nos favorece la genética y no nos cuesta vernos bien. Hoy gracias a la pandemia trabajo en la web y me permito una libertad maravillosa.
A mis 19 me fui a vivir con un muchacho de mi edad. Con el aprendí de todo. A cocinar, a trabajar, a cojer a lo loco sin control, y a llevar unos cuernos increíbles.
Duró casi 10 anos y terminó el día que llegue a casa y había una pequeña orgía con dos mujeres, una travesti y otro amigo de el.
Estaban tan sacados que creo que no sabían quién era yo.
Un año de terapia y un duelo que parecía no terminar, me encontraron a mis 30 pensando que estaba vieja y quedaría sola de por vida.
Dejé el trabajo que había conseguido por un emprendimiento en la web y todo cambió.
A poco ya ganaba buen salario y veía que iba a crecer más aún. Me fui estabilizando y conocí a Jorge. 
Buen tipo, unos años mayor que yo. Tranquilo, buen pasar, divorciado y con un hijo que hoy tiene unos 22 años.
Con Jorge la misma noche que lo conocí nos fuimos a la cama. Descubrí a un tipo bien provisto, sin exagerar (calculo unos 21/22 cms de linda pija) que tiene una forma de cojer más vale lenta que me enloquece.
A los seis meses ya vivíamos juntos y felices. Poco después su hijo vino también y éramos una familia unida y compinches en todo.
Su hijo de 22 años, Leonardo, es muy parecido al papá. Más joven y algo más alto.
Jorge viaja, ya que el no puede trabajar a distancia. A veces se va por hasta una ...

... semana.
Y sí, me siento bien, a gusto, lo amo, pero me gusta la pija. Me gusta mucho
De a poco me di cuenta que en esos viajes del padre, Leonardo se me pegaba más. Salíamos a cenar, a pasear, y siempre nos divertíamos mucho.
Una noche que habíamos tomado algo, al otro día me llamó la atención despertar en mi cama desnuda. Según Leo (así le decimos) me cayó mal la bebida y me tuvo que llevar a la cama. Parece que no controlé las ganas y me orine.
Me contó que me había sacado la ropa, me había lavado y me había acostado.
Un papelón.
Hablamos de eso, le pedí disculpas pero me intriga que le había pasado a él.
La relación era franca y las charlas abiertas así que le pregunté
- Leo ¿Y vos me desnudas te, me lavaste, y me acostaste desnuda sin tocarme?
- No, claro. No abusé, pero te tuve que tocar para lavarte y cuando te acosté casi me quedo
- Que bien que no lo hiciste, dije sonriendo
- Mirá si alguna vez me acuesto con vos que sea concientes
- ¿Lo harías? Le dije pícara
Ya no hablamos. Me besó, le correspondí y en dos minutos estábamos desnudos, manoseando y besando todo lo que tenía el otro.
Le di una buena chupada de pija, me tragué si leche, le limpie la pija y se la puse dura de nuevo. El se me escondió entre las piernas y me chupó la concha hasta hacerme acabar, para pasar a mi culo haciendo que me desespere y le pida su pija adentro.
Conocí y disfrute por dentro esa hermosa barra de carne caliente y dura.
Después que me dió una fuerte y profunda cojida, ...