MAMÁ TIENE EXPERIENCIA 2 - Relatos Eróticos

MAMÁ TIENE EXPERIENCIA 2

-Bueno, esa fue la primera vez… - “Parecía” que Alcira no quisiera hablar más de eso…
“Parecía” nomás. Yo estaba seguro que tenía ganas de que yo siguiera mostrando interés.
-¡Pero no me contaste como fue CUANDO TE LA METIÓ! – Enfaticé “cuando te la metió”. 
-Bueno…, después…
-¿O te olvidaste?
-¡NO! ¡No hay mujer en el mundo que se olvide cuando fue la primera vez que le “llenaron la cocina de humo”!
-Entonces contame…
-Te conté cómo fue la primera vez que tuve RELACIÓN con el sexo. Hata ese momento… ¡ni idea! Tal vez fue mejor así. ¡Todo fue sorpresivo y hermoso! Me la metió otro día, a la semana siguiente, en que Carlos me llamó para decirme que iba a estar solo en la casa, una hora o más…
-¿Y entonces?
-Le dije a mamá que iba a hacer unas tareas con Nina, una compañera que vivía a la vuelta…, y que no tenía teléfono…
-¡Ah! ¡Está bien! ¡Cosa que no pretenda averiguar dónde efectivamente estabas!
-De cualquier manera mamá me tenía mucha confianza. Hasta el momento jamás había hecho algo a escondidas. Esta era la primera vez…, descontando el día que Carlos vino a casa.
-Entonces… ¿cómo fue?

	“Cuando llegué a la casa de Carlos –estaba 30 metros de la mía-, me abrió en cuanto toqué el timbre. Carlos estaba tras la puerta… ¡totalmente desnudo! ¡Con la pija bien al palo!
Me abrazó y besó con muchísimas ganas. Yo hice lo mismo. ¡Me gustaba tanto…, y estaba tan caliente! Me levantó, sosteniéndome desde la cola. Una mano en cada cachete. Me llenó de besos, metiéndome ...

... la lengua… Luego me subió un poco más. Puso mis piernas sobre sus hombros, alrededor del cuello, de frente a su cara. 
-¡Qué lindo! ¡Viniste sin bombacha!
-¡Jajaja! ¡Para no perder tiempo!
-¡Jajaja! – Y me metió la lengua hasta el fondo. Como yo estaba tan húmeda no hubo dificultad. Me la pasó por los labios, externos e internos… Me enteré sus nombres más adelante, cuando él me lo dijo…”

-¿Ese día?
-No, no. Varias semanas después, luego de haber cogido unas diez veces…, Carlos comenzó a enseñarme todas las cosas referidas al sexo… Los nombres, las formas, las posturas, las consecuencias… En realidad lo que me podría pasar más adelante, dentro de  cuatro años o cinco años, cuando tuviera la regla. ¡Era un profe genial! ¡Cada teoría era confirmada por la práctica! Algunos semanas más tarde, comenzó a mostrarme películas porno, en su casa, claro. ¡Y hacíamos lo que veíamos!
-¿Cuánto tiempo estuviste con él?
-Eeehh…, unos cinco años. Hasta que se mudó, luego de terminar el secundario, para estudiar en la facultad.
-¿Y qué pasó luego que te chupó la conchita?
-¡Jajaja! ¡Le llené la cara de jugos! – Alcira estaba contenta y juguetona. Entre frase y frase me la mamaba, se sentaba arriba de mi boca, se montaba cuando lograba rigidizar la poronga… 

“-Dale, mamámela un poquito. – Me volvió a besar en la boca. ¡Por primera vez saboreé mis fluidos! Con su voz más dulce y tierna me pidió que se la mamara. Como a mí me había gustado tanto, lo hice con mucho gusto. ¡No fue un ...