Mi esposa me sugiere un trio HMH - Relatos Eróticos

Mi esposa me sugiere un trio HMH

... bella!!. Se sucedieron momentos de recuerdos entre ellos de niños,  que tampoco ahondaron en detalles. Mirna en un momento se levantó para conversar con una mujer conocida de ella y es ahí cuando me pude dar cuenta de la transparencia de su vestido: tanga y portaligas color blanco con medias al tono también. Roberto no pudo evitar "no mirar" lo linda que estaba Mirna y yo no perdí la ocasión de observarlo. Volvimos al diálogo y sin rodeos me comentó: "Te envidio la gran mujer que tienes, no ha cambiado nada, es más, sigue siendo tan bonita como siempre, te felicito". Me pareció un halago muy aceptable que no me produjo molestia alguna. Mirna regresó con nosotros y ya cerca de las 5 de la madrugada, decidimos regresar a casa. Mirna se despidió con un abraso normal con Roberto y yo estreché nuevamente su mano para despedirlo. Mientras se alejaba, Mirna disimuladamente lo seguía con la mirada. Su comentario final fué: "tantos recuerdos de la infancia linda que pasé cuando eramos chicos, a lo que contesté: "que bueno mi amor, me alegró mucho. Salimos , tomamos un taxi y nos dirigimos a casa. Mientras hibamos en viaje, Mirna dio muestras de estar algo "excitada" por la fiesta y comenzó a acariciarme agradeciéndome por la velada que pasamos juntos. En el viaje aprovechamos hacernos unos arrumacos, sentí su mano acariciarme el rostro Mientras me besaba y muy sutilmente me acariciaba la pija. Los besos se hicieron más intensos y guardando la postura de respeto hacia el chófer, me ...

... susurró al oído: "- estoy caliente", algo que me elevó más las ganas de llegar a casa. Llegamos, entramos a la casa  Mirna se adelantó unos pasos hasta que yo ponía llave y seguros y observé que a medida que ella se dirigía al interior, se hija descolgado de su vestido. No aguanté más y la abracé de atrás, apoyandole todo el miembro erecto. Se dio vuelta para mezclar su lengua con la mía, bajándome el cierre del pantalón para sacarme toda la pija afuera. Yo enloquecido de no dar más, metí los dedos en  su concha toda llena de jugos comenzando a friccionarle el clítoris. Acabó estruendosamente y directo a la cama  nos despachamos con toda la calentura que teníamos. Nos enredamos en un hermoso 69, nos entregamos por unos minutos a esa posición y la monté enterrandole toda la pija en su concha. Al cabo de un rato, me pidió que llegado el momento, acabará en su boca. Y así fue que me expromio la pija hasta sacarme la última gota. No quedamos un rato abrasados y nos dispusimos a darnos una ducha los dos. Después nos tomamos un café y a dormirnos. Con el correr de las horas y en dormida, pude sentir algo que me despertó: Mirna jadeando en dormida y de una manera muy llamativa. Fueron unos segundos y quedó en silencio para seguir durmiendo. Yo me levanté casi llegado el mediodía y Mirna hizo lo mismo unos minutos después. Noa saludamos con un beso y me sugirió preparar algo de almorzar dada la hora. Mientras almorzábamos, la note un poco rara, a lo que le pregunté si se sentía bien, a ...