Cómo me convertí en puta - Relatos Eróticos

Cómo me convertí en puta

Hola amigues soy Mónicalexa y les voy a contar como me inicié cómo travesti y como acabe siendo muy pero muy muy puta y me encanta ser así. No lo cambiaría por nada del mundo. Yo nací niño pero desde pequeño me llamaba la atención ver los penes de mis amigos y tocarme el mío. Me fascinaba y me sigue encantando su forma larga, dura y cabezona. Nada que ver con las vaginas que la verdad no me gustan nada. Cuando era muy chico e invitaba a mis amigos a la casa les pedía que se quedarán a dormir y siempre discretamente si inicio les tocaba el pene a la mayoría les gustaba que hiciera eso y acababamos todos éxitados calientes descarados con el pene erecto. La sensación más maravillosa del mundo. Una de las veces cuando era pequeño, invité a dormir a mi primo Rigoberto y después de jugar cómo niños toda la tarde nos fuimos a acostar. Ya en la cama le dije que me estorbaban los calzones y me los quité frente a él. Se me quedó mirando con ojos de asombro y yo le dije que se quitara también sus calzones. Dudo un momento pero finalmente lo hizo y yo me quedé mirando directamente su pene. Era un pene ...

... pequeño y rubio. Lo toque con mis manos e inmediatamente su cabezita se enderezó. Mi primo tenía la boca abierta mirando como yo le tocaba el pene mientras se ponía más y más duro. Estábamos excitados y sintiendo muy rico cuando de pronto se abre la puerta y entra mi madre sorprendiéndonos. Ambos corrimos a la cama y nos cubrimos con la sábana. Mi madre se paro frente a nosotros descubrió la sabana y nos vio desnudos y con los penes erectos, preguntando "porque están encuerados" Yo le dije que porque teníamos mucho calor, ella se sonrió y nos dijo bueno ya duérmanse. Se dió la media vuelta y salió del cuarto. Regreso un momento después con un vestido de mi hermana me sonrió y me dijo. Pruébalo quizá te quede bien. Yo entendí inmediatamente que mí madre aprobaba lo que estaba haciendo y me sentí feliz. Mi primo y yo nos sonreímos, me puse el vestido modelando para él levantándome la falda y agachándome para enseñarle mis nalgas, abriendo con mis manos las nalgas para que viera mi ano. Ese día nos pasamos toda la noche tocándonos el pene besándonos e iniciando nuestra vida sexual con mucha alegría.