1. Pecado carnal 2. Lovy, sobrina y su amiga, iniciación sumisa


    Fecha: 17/09/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... coló sobre las lenguas de las muchachas que hacían las veces de barrera de contención.
    
    Se compartieron la degustación del vital elemento, individualmente y con el beso prodigado para mi disfrute. Luego limpiaron totalmente la pija, dejándola remolona sobre las tetotas de Crist.
    
    Relajado por la profusa eyaculación, era tiempo de seguir disfrutando del whisky mientras las muchachas seguían arrodilladas en señal de adoración del macho dominante. La primera lección había sido impartida.
    
    Luego entregué una cadena de oro a cada una, con todo el sentido de un acto iniciático del “matrimonio de placer” del que aceptaron. La cadenita es el símbolo físico y emocional de la pertenencia, que cada una deberá llevar mientras exista el “matrimonio de placer” rodeando el tobillo izquierdo como para que no olviden nunca a quien pertenecen, es una señal de la entrega hacia su amo, la razón misma del deseo de sentirse mi putita.
    
    Terminado el acto de colocación del precinto que las ataba a la autoridad de su señor, fue tiempo de mostrarse sumisas, ahora venía la sesión de bañar al amo, previo a la apertura de los grifos ejecutamos la ceremonia de la lluvia dorada, hincadas delante de mí, recibieron el chorro de orina sobre sus pechos, escurriéndose hasta llegar a los genitales, ceremonia para demostrar el poder del amo y ellas acatar su condición de sumisas.
    
    Desde este mismo instante son mis putitas, “mujeres de servicio”. Me bañaron con aplicada consideración.
    
    Los cuerpos ...
    ... de las jóvenes eran algo que excitaba a mil, la calentura extrema de las muchachas era más que evidente, pero tenían vedado llegar al orgasmo sin permiso, mi excitación también era algo importante, por eso había guardado una última lección. Las hice vestir con vestidos lo bastante traslucidos como para que se pudiera adivinar el interior, que obviamente no tendrían, solo el vestido, pero antes de partir les ordené hincarse y lamerme la verga, cuando me pusieron tan caliente como para venirme, junté sus caras y largué mi semen sobre los pechos y parte del cuello, con la prohibición de limpiarse.
    
    Terminé otro vaso de JB y llegado el momento les recordé el juramento ceremonial del “matrimonio de placer” y todas las obligaciones, la discreción total de los sucesos, la obediencia incondicional y el sentido de ser mujer de servicio y putita de su señor.
    
    Vestidas sin prendas interiores y sin limpiarse el semen de su señor, les pedí un remis (auto de alquiler) hacerles sentir la humillación es parte del placer de ambas partes.
    
    Por cuestiones de seguridad, las seguí desde mi coche hasta que llegaron a su domicilio, al bajar les entregué sus ropas, quedándome con la bombacha como muestra de la primera clase.
    
    Por razones de extensión la continuación será en una próxima entrega.
    
    Ahora estoy esperando saber tu historia de sexo prohibido y compartirnos experiencias. El Lobo Feroz te espera en su madriguera para responder tus preguntas en:[email protected], no tengas pudor, ...
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