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Waterloo: Preliminares
Fecha: 17/09/2018, Categorías: Hetero Autor: 20bcn, Fuente: CuentoRelatos
... en esas dos pieles de color tan diferente y deseos tan iguales. La sorpresa que iluminó sus ojos al detectarme castrado entro en el mundo de los vivos; dibujando una bonita e intrigante sonrisa en marcada por unos labios carnosamente seductores que de nuevo besaron los míos; que a veces mordieron los suyos. Cerró la puerta de la cabina ahogando así los comentarios del exterior y sentó a mi lado. Una de mis imantadas manos se pegó a esa pétrea y atrayente silueta de apariencia plástica. El calor que desprendía y sus acolchados y rabiosos latidos encerrados en la palma de mi mano; encendían mechas de futuros estallidos a un placer inacabado, que parecía agradar a los ojos enfrentados a los míos. Entonces habló de nuevo muy cerca de mi oreja derecha: —Voy a follarme duro a este culo de vicio que tanto reclama; pero solo cuando lo suplique el azul de tus ojos. Y ahora entre los dos alcancemos esa jugosa suplica. Los besos se entrelazaron de nuevo y con ellos llego la primera orden. Me acerqué la pequeña botella a las fosas nasales e inspiré dos largos tiros. Libres mis manos de la botella se deshicieron en caricias. Caminos de tacto y piel que confluían siempre en el voluminoso palpito negro, prisionero en esa fina y suave cárcel lycrada. Una u otra o las dos manos a la par; almacenaron los sexuales latidos súbitamente pronunciados y poderosamente autoritarios que me exhibió el muchacho, sin ningún tipo de pudor. Con un par de tiros más descendí hasta el suelo en ...
... silenciosa obediencia; y me quedé de rodillas entre sus duros muslos. Mis labios se entreabrieron como buscando aire y quedaron pegados sobre la lycra blanca; que abrigaba esa más que morcillona polla, cuyas crecientes y bombeantes dimensiones hacían rebosar partes de su brillante y oscura anatomía; que la fina tela del bañador del chico era incapaz de contener. Estas fueron de fácil acceso por los labios y la lengua de un servidor; que se deshidrataban en el caluroso deseo por complacer. Y este me templó y me fue preparando; lubricándome la boca al sembrar esa fértil y creciente necesidad por el cuerpo. Caprichosamente concentrada en mi cada vez más receptivo esfínter, que muy lentamente; había empezado a destilar ese mismo deseo primigenio constructor de húmedos latidos que asomaron a la vida de mi agujero; para deconstruirse en delicado lagrimeo por sus labios. El placer de sentirlos hincharse, me conecto directamente con la punzante y castradora realidad que interpelaba insistente entre mis muslos; y eso me excito. La presión constante que me amordazaba el sexo sensibilizó y aumentó el tamaño de mis rasurados huevos, transformándose en húmedo y rabioso bombeo entre mis piernas flexionadas. Y eso me trasformó. Dos nuevas y largas inspiraciones arquearon la espalda levantando mi trasero. Este parecía querer compartir el tibio deseo que se escapaba a bocanadas de mi lubricado agujero; con ese imberbe pollón negro que me tenía completamente sometido. El chico me estremeció ...