Elisa, casi abuela
Fecha: 07/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Fran, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
No me voy a justificar: lo hecho, hecho está.
Tenía unos 24 años, estaba casado con la novia de mi juventud y realmente éramos felices. Pero como decía la abuela, el diablo siempre mete la cola, y justamente de eso se trata.
Al lado de casa, vivía una señora mayor (unos 57/58 años). Muy sociable, sola, se las fue ingeniando para hacerse amiga primero de mi esposa, luego también me sumaba a sus charlas. Elisa era una señora más vale gordita, de grandes tetas y un culo importante, algo de panza, de 1.65 mts de altura, totalmente canosa. No tenía nietos, porque no había tenido hijos, pero estaba en esa edad de abuela buena, dedicada.
Era frecuente que trajera algún dulce casero, una torta y cosas similares para nosotros, y se fue ganando la confianza.
Hablaba mucho con mi esposa, y cuando hablaba conmigo noté que sus charlas iban por otro lado..
La primera vez que me contó algo que llamó mi atención fue una tarde que me invitó a tomar una cervecita en su casa, mi esposa había salido y fui.
Luego de terminar la primera, ya por la segunda cerveza se le soltó la lengua y me contó que había salido con un hombre de su edad y había quedado frustrada porque no se le había parado, remarcando que ella había hecho de todo y no pudo conseguir su premio. Ya cuando me iba me pidió que no le cuente a mi esposa porque iba a pensar que era una atorranta, que me contaba porque al ser varón podía entender mejor.
En otra oportunidad me volvió a llamar para otras cervezas, y allí fui. ...
... Esa vez me pidió que la asesore respecto a "un juguete" que se quería comprar. Me sorprendió el pedido y el tamaño que buscaba, pero traté de entender que era su necesidad y no podía opinar. Se terminó comprando un vibrador y un dildo doble punta de goma.
Ya para la tercera vez, también me dí cuenta que se ponía casi encima mío, que me tocaba a cada palabra, que me estaba provocando.
Le seguí el juego y cuando quise acordar, Elisa me estaba chupando la pija.
Qué bien que chupaba esta mujer!. Lento, suave, mucha saliva y se la metía hasta los huevos. Me la puso como un misil.
Ahi fue cuando con cara de desesperación me pidió que se la meta, que me pagaba ofreció.
Descarté todo dinero, pero se la mandé hasta soltar toda la leche adentro suyo.
Descansamos y al rato me la volvió a chupar para una segunda cojida, mejor que la pirmera.
Se la notaba experta. Gemía muy rico y acababa como animal herido, aullando.
A partir de ahí fue común que una vez por semana, iba a su casa pero la charla era poca, la cerveza una excusa, y la razón eran largas cojidas cada vez más lindas.
En una vez, luego de ponerla como piedra me ofreció su culo. Y allí fui, la verdad que lo tenía abierto pero igual apretaba. Se puso como loca, no paraba de decir guarangadas y pedir que la rompa. Estaba prendida fuego. Se metió el dildo en la concha y gritaba que era feliz con dos pijas adentro...Ese día después de acabar adentro de su culo, se dió vuelta y me la dejó brillando por otra mamada de las ...