1. Maria, y las clases de regularización.


    Fecha: 20/02/2023, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Alejandro Duarte, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Era profesor del nivel medio superior. Tenía experiencia de más de 10 años, dando clases de varías materias. Un día estaba en clases, cuándo una madre de familia, pidió hablar conmigo.
    Buenas tardes profesor, soy la madre de Maria.
    Si digame, en qué la puedo ayudar.
    Puede dar clases de regularización a mi hija.
    Si, sería en otro lugar. Me puede dar su número de teléfono, para platicar y ponernos de acuerdo.
    Si profesor, me anotó su número. Le llamó en la tarde y platicamos. 
    Claro profesor! Muchas gracias. Me dijo.
    Maria era una de las alumnas más hermosas de la escuela. Media unos 165 centímetros, de tez blanca, una cara hermosa, sus ojos verdes y un cuerpo espectacular. Unos senos medianos, un vientre plano, unas nalgas impresionantes y sus piernas torneadas. Me puse de acuerdo con su madre y acepté darle clases de regularización.
    Fui a su casa y empecé a dar mi primera clase, ella me expuso sus dudas y yo le respondí lo qué me preguntaba.
    Así fueron nuestras primeras clases, pero de un momento, ella empezó a ser más amable ...
    ... y cordial. Platicamos más, nos hicimos más amigos y había más confianza. Un día llegué, a dar la clase y me recibió ella con un short corto y una blusa, y se veía increíble. Le di la clase, le expliqué el tema, le puse algunos ejercicios a realizar. Al terminar la clase nos pusimos a platicar, ella me abrazó y yo hice lo mismo, me puse nervioso y sin pensarlo puse mis manos en su cintura. Mientras platicabamos, la abracé por atras y la acerqué a mi y sentí sus nalgas. No lo podia creer, era una alumna, puse mis manos en su vientre y sin pensarlo la besé, ella respondió a mi beso. Nos besamos por unos minutos y de momento mi cuerpo respondió. Tenía una erección, y Maria la sintió. Le acerqué mi erección y ella sólo sonrío. Ella se movió, e hizo que mi momento fuera inolvidable, sentir las nalgas duras, y con mis manos empecé a acariciar sus hermosas tetas. De un repente escuchamos un ruido y nos separamos de manera inmediata. Esa tarde sólo fueron unos besos y abrazos. Después me fui a mi casa. Más adelante le platicaré si pasó algo más. 
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