Sra Forners. - Relatos Eróticos

Sra Forners.

Tenía 62 años y era la típica mujer americana madura, de un cuerpo conservado en función de su , canosa cabello corto y ropa a veces holgada y otras ajustadas demostrando su pasado glorioso. Era la madre del heredero de la empresa y pese a su arrogancia no podía de sentir lo atractiva que me resultaba. A veces pasaba sin saludar y otras ni contestaba los nuestros, autoritaria como pocas y solo la veíamos sonreír con sus nietos. Salía de caminata y trotes y muchas veces lo hacía en shorts mostrando sus piernas que carecían por completo de várices alguna. Sabiendo al dedillo de su circuito la esperé en el punto exacto y saliendo de los matorrales la reduje en la espesura de los mismos. Era brava con sus brazos pero jugado por completo le bajé la ropa penetrándola de una y sometiéndola a mi bombeo. Luego de unos minutos con mi mano sangrando por su mordida; hasta me pareció que su vagina estaba jugosa de placer. Eyaculé a mares y cuando creía que el shock la tranquilizaría vino un cachetazo que esquivé mientras no pude con su salivazo que me dió en el rostro. Se levantó sus shorts y con la mirada llena de furia me tildó de asqueroso degenerado y parido por una puta. Estaba furiosa y agitada lo cual la hacía más linda, cuando se acomodó mejor la ropa notó que en su mano había recogido semen mío y esta vez no erró el cachetazo dándome vuelta la cara. Mientras me sobé la mejilla le dije que tenía razón pero por una mujer como ella bien valía la pena hasta morir. "Una mujer como ...

... yo no puede estar en manos de una cosa como vos". Empecé a caminar detrás de ella y me preguntó porque la seguía, "reconozco mi culpa, si va a denunciarme la acompaño". "Por favor-contestó con firmeza- espero que esto NUNCA se sepa, sería como matarme". Por uno 4 días casi no pude dormir, esperaba me vinieran a buscar de la policía. Fue entonces cuando recibí un recado de ella y obedeciendo a su petición acudí a su cita. Ea tal la culpa que pensé me merecía mi suerte de ser golpeado por gente contratada por ella. Llegue a un apartado cerca de la ruta y reconocí su auto estacionado esperándome. Abrí la puerta y de malos modos me pidió que subiera arrancando la marcha. Casi no podía mirarla y para peor llevaba un vestido negro recogido por encima de sus rodillas y al salto del auto sus senos se movían dejando entender la falta de sostén. Sentí una erección y me avergoncé mientras ella hablaba sin parar de varias cosas. Estacionó a la vera del camino y me pidió la mirara. "¿Por que me violaste?". Perdí el equilibrio y con tono enojado le dije si no se miraba en el espejo, que era demasiado mujer para mí y que la única manera de tener alguien así era solo por la fuerza y que lamentaba no arrepentirme porque hasta me había masturbado recordándolo. e puso más de costado y sin mediar palabra me atrajo hacia ella besándome suavemente para luego empezar con mas intensidad. Empezamos a enredar las lenguas y metí mano por sus muslos  subiendo mis dedos para descubrir que no tenía ropa ...