Mi papi querido - Relatos Eróticos

Mi papi querido

Antes que nada déjenme ponerlos en contexto, soy la hija mayor de 3 hermanas, mi madre, como muchas vecinas, fue abandonada por su marido, primer novio y único amante cuando nació mi hermana menor, yo contaba con 6 en ese momento, y nos fue bien por un tiempo, pero mamá trabajaba de casa en casa con limpiezas esporádicas, cuando mi cuerpo aguanto el peso de un balde la empecé a ayudar, básicamente antes que mi padre nos dejara, pero empezó a escasear el dinero cuando más mayor nos hacíamos, y mi madre, otrora mujer fuerte, se debilitaba con enfermedades mal curadas, su esbelto cuerpo no aguanto un día y colapso, yo tenía ya 15, así que tomé todos sus trabajos, dejando la escuela, pero no alcanzaba para medicina, así que fui con el valor de la adolescencia, a exigir a mi padre, él es un tipo fuerte, se mantiene en forma por puro ego, y gana bien, yo no heredé su cuerpo fuerte, de hecho mi cuerpo es más bien voluptuosa pero con el color de cabello de mi madre, al verme en su oficina cancelo todo y nos encerró, pidió que me sentará con él y asombrado repetía lo bonita y parecida a mi madre que era
Pa: estas preciosa, igualita a tu madre a su edad, no, incluso mejorada
Yo: mejorada? De que hablas papá, quiero decirte algo importante...
Pa: esto es importante, nunca creí ver el rostro dulce de tu madre con un cuerpo que de veras tenga tartas y algo de culto real
Yo: papá
Pa:sshhh, dime papi, y se acercaba, el no me escuchaba solo me miraba  asombrado y me interrumpía
Yo: ...

... papá, me miró feo, papi!, allí sonrió y se acomodo en el respaldo del sofá, necesito tu ayuda mamá esta grave y tu nos debes
Pa: nada, no les debo nada, la casa que usan es mía y se las deje para que no molestaran
Yo: pero papá
Pa: ya basta, quieres que te ayude pero no me complace en nada, la enfermedad de tu madre o nada de ustedes no es mi responsabilidad, si quieres algo tendrás que darme algo
Yo: no tengo nada
Pa: te tienes a ti.. Veamos si lo entiendes, llamame papi, y siéntate aquí, señaló una de sus piernas estaba sentado anchamente, yo vi que no podría hacer nada, intente irme, bel me sujeto, discutimos, lo insulte y media hora después, con la cara amorotonada, sin esperanzas y con todos los insultos a mi, a mi madre y hermanas, me forzó a sentarme en su pierna, allí espero paciente, y más débil que nunca aún llorando susurre que lo odiaba, otros bofetones y me echo, salí de allí decidida pero cojeando, orgullosa de irme. Mi orgullo duró 4 días y sus noches, mamá empeoraba y con las heridas perdí los días laborales, ya no quedó nada, así que sin moretones, sin orgullo y con solo un consuelo, volví a aquella oficina, se repitió la orden a la secretaria, cuando entre, él ya estaba sentado en el sofá frente a su escritorio, fui directa a su pierna y gemi "papi" el rompió en risas y me megio mano, me beso y rompió mi blusa, mordió mis pezones, y me decía "susi, que rica estas" " sus, mi bb, que rica" y yo lo odiaba, pero él siguió, y tocó mi vagina y jugó con todo ...