1. La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0


    Fecha: 20/09/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... presentes:
    
    -Señoras y señores para mí es un verdadero privilegio, presentarles a una de nuestras más caras combatientes, ubicada por ahora en el tercer lugar, pero no me cabe la menor duda que esta noche se subirá al podio, para ubicarse en el segundo puesto de nuestra clasificación, me refiero a la que ustedes han hecho su favorita: ¡Ebba! “La pantera Rubia”, vaticinio con que aduló sin disimulo alguno a Ebba, en desmedro de la africana Seba.
    
    Al terminar la presentación el público irrumpió con gritos y aplausos de beneplácito, a la vez que en la otra esquina del salón, surgía mostrando su estatuaria figura, la soberbia y bella escandinava, maquillada como una maligna deidad del mal, vistiendo una indumentaria de gladiadora en cuero negro, con agudos metales adheridos, todo el conjunto muy corto y ceñido, lo que le permitía lucir su hermoso y fornido físico. Además de una espada corta y un escudo del tipo traciano, su cabello dorado sujeto por un casco con penacho rojo.
    
    -Los espectadores serán, testigos de un inusual combate, “promovía Pierre el duelo” Ebba la magnánima retadora en un generoso y noble gesto deportivo, le dará la oportunidad de poderse reivindicar a la infractora Seba por la tropelía cometida durante el viaje hacia este fuerte, siendo interrumpido por las risas de parte de la audiencia, dada la sarcástica afirmación. Una vez que se hubieron acallados, Pierre continuó:
    
    -Ebba dará a su rival ventaja los primeros cinco minutos, durante los cuales ...
    ... no podrá atacarla, ni devolverle los golpes, eso sí, Seba deberá confrontarla desarmada, contando tan solo con su destreza y habilidad, en donde nuestra combatiente solo se defenderá, si Seba logra tan solo derribarla, podrá demandar que se le asignen las mismas armas con las que cuenta Ebba, o sea escudo y espada traciana, para seguir así la contienda,… ¿No les parece justo?, preguntó Pierre a los presentes, los que entre risas y burlas gritaban:
    
    -¡Si, si, si!, avalando la improcedente moción, a sabiendas que se trataba de un ardid, para hacer desde el inicio una mofa de su antagonista por parte de la retadora, la que terminó de lucirse entre los asistentes, caminando provocativamente hasta la arena, cimbrando sus caderas, dejando atrás a la concurrencia, mientras apuraba el paso, para tomar impulso y saltar ágilmente sobre la baranda de bronce, cayendo dentro del “Anillo de oro”, destacando de esta forma sus habilidades atléticas, arrancando silbidos y aplausos de admiración.
    
    En los momentos siguientes la expectación creció, haciéndose un breve silencio cuando Dupont extendió su brazo alzando su mano con la palma hacia arriba en dirección a Karl, concediéndole el honor de iniciar el duelo, este se irguió con un brazo en alto y un pañuelo blanco en la mano, a la vez que se apagaban las luces y se iluminaba el anillo, observó de lado a lado a los que se encontraban en el salón para anunciar:
    
    -Corren los cinco minutos de ventaja para la castigada Seba, dijo con su ...