Ganando experiencia - Relatos Eróticos

Ganando experiencia

Era el menor de una familia numerosa, atento y encantador, nadie dudo nunca de su heterosexualidad, ni siquiera él, no podía, siempre supo que no lo era, era y siempre fue bi, le gustaba el sexo, y con encanto les avisaba que solo quería cojera y pasarla bien, sin ataduras pero con opciones de repetir, ellas aceptaban, ellos también. El chico era Juan, rubio, ojos avellana y sonrisa fácil, cuerpo formado de ayudar en el taller de su padre y de correr diario, alto y fornido era tomado aún como bebé en sus años adolescentes en la casa, como un gran amigo entre colegas y un buen compañero en la cama, lo tenían por buen muchacho en la comunidad, y la verdad, se esmera a en serlo. El tarde que visitó a su amiga y vecina con una media ereccion inició todo, fue a ver una tarea, y la vio con una minifalda, eso lo detonó desde sus fantasías y sabía que no podría bajar su pene más que penetrandola, entró con ella como tantas veces a su habitación, la madre los había saludado desde la cocina, no se imaginaba que mientras ella hacía la cena incluyendo otro plato, Juan se comía el coño de su hija sin una palabra, solo la arrastró hasta la cama la acosto, alzó su falda tablada rosa le arrancó su tanga más por placer que por necesidad y se arrodilló a devorar lo, estaba rasurado y el se embrago en el aroma, lamio y metió su lengua donde cabía y ella se retorcía de placer, sintió que se endurecida su clitoris y lo atacó sin vacilación, mordiendo lamiendo y chupandolo, sus dedos se sumaron a ...

... la aventura y se metían para jugar en su interior, cuando la sintió temblar sumó su otra mano que masajeaba las malgasta a una inspección en otro agujero, su culo era estrechisimo, pero él quería explorarlo y besándola con su corrida en la boca le metió un dedo en el, ella grito en su boca y el beso no se rompió, volvió a jugar con su clitoris y bajó besándola las tetas, también las mordió y sintió como se hacían puntas duras, su clitorisse erguida de nuevo y su culo se ajustaba a su dedo, todo su cuerpo se retorcía y apretaba, y él quería beber otra corrida, le susurraba lo dulce que era y como se hizo adicto a su coño en segundos, la llevó a la cima y la dejó sacudirse y temblar, besándola y acariciando su cuerpo a medio desvestir, ella no podía hablar, solo jadeaba lentamente, casi se duerme con los besos perezosos quele daba él, pero Juan no la dejaría, la giro lentamente y ajusto una almohada bajo su vientre, mientras la acariciaba la desvestia, no tenia más que sudor cuando acomodo el culo de ella a su altura y se le subió, no penetro su hoyito, entró lentamente en su vagina desde atrás, y la penetro lento hasta meterse por entero, ella gemia bajito, así que el la beso, pero era muy bajita para que lo hiciera mucho tiempo así que acariciando la y esperando no explotar de impaciencia, beso su cuello y su espalda, guiando su cara a las sábanas, ella las mordió sin rechistar, las apretaba con ambas manos también, la vista le hizo endurecerse y Juan empezó su vaivén, sabía ...