¿Un ángel o un demonio? - Relatos Eróticos

¿Un ángel o un demonio?

La conocí en la universidad. La cruzaba siempre en los pasillos y en la biblioteca. Intente mil veces acercarme a ella, pero siempre estaba acompañada. Hasta que, por fin, un día la tuve para mí solo en la biblioteca. Estaba sentada, me encantaba como se concentraba y cada vez que mordía su portaminas el pene me dolía. ¡Dios! como podía ser tan sexi y angelical al mismo tiempo. Me anime a hablarle, se llama Eliz, y tiene 21 años, yo 24. Es muy divertida e inteligente... me hizo reír mucho ese día. Ambos estudiamos ingeniería, ella en informática yo en química. Salimos un par de veces, era dulce y tierna, con esos ojos negros enamoraba a cualquiera. Pero ella no se sentía bonita, al menos eso me dijo. Es rellenita, no lo voy a negar... pero es preciosa. Me enamora con cada sonrisa.

Salimos al cine, me atreví en medio de la película a hablarle al oído... le dije que me gustaba. Ella me sonrió y me dio un beso suave en la mejilla... me acerque de a poco hasta encontrar sus labios carnosos y su boca húmeda. ¡Dios! era como estar en el cielo, besa realmente muy bien... su boca es frenética. Sus labios dan ganas de comérselos a mordiscos, son carnosos y su lengua húmeda, apenas la punta juega con la mía. Me puse de novio con ella, a los tres meses organicé una cena romántica, en mi casa. Solo los dos. Nos divertimos, y nos enamoramos aún más.

En el sofá comencé a levantarle la blusa que tenía puesta, la acercaba más a mí, pero ella de repente se alejaba. Hasta que al fin me ...

... dijo que era virgen. Jamás imagine que a mi edad iba a estar con una chica virgen. Le pregunte si quería continuar y me dijo que sí. La lleve a mi habitación. Ella estaba cómoda ahí porque ya habíamos estado allí antes... no de esta manera obvio.

Me quite la camisa, ¡le quite la suya... cuando me percate de su pecho Dios mío! las tenía medianamente grandes... comencé a besarla y ella gemía un poco... cuando le quite su pantalón fui directo hacia su conchita... estaba realmente muy húmeda... le baje su ropa interior y le quite el sostén... era preciosa. Ella estaba completamente nerviosa. Cuando me quité los pantalones y el bóxer pude ver su cara... estaba aterrada. Comencé a besarla y comencé a bajar la mano… me acerque a su concha, estaba realmente muy mojada... le pregunte si me dejaba meter un dedo, me pregunto si no le dolería... le dije que no. La recosté en la cama... comencé a besarla y acariciarla... y metí el dedo medio... pego un gritito que me asusto... Le pregunte si estaba bien y me dijo que sí. Estaba algo estrecha. Le metí el segundo dedo y le dolió mucho más... estaba muy apretada y muy tensa.

Saque un preservativo del cajón. Me lo puse y le pregunté si estaba preparada. Se sonrió y me dijo que si... le separe un poco más las piernas. Mi verga estaba dura como una piedra. La acerqué a su entrada y comencé a frotarla contra ella. Se retorcía y gemía, no podía ser más sensual... me acerque hasta ella, la bese con fuerza y se la metí de una vez... ¡TODA! su ...