Mi esposa le da el culo a su primer amor 2 - Relatos Eróticos

Mi esposa le da el culo a su primer amor 2

Después de casi un año de haber publicado mi primer relato, sentí la necesidad de continuar con mi historia de cornudo consentido ya que mi esposa nunca dejó de coger con Ismael.
  Regresando al punto donde fue preñada por el no quise reclamarle y pensó que no me había dado cuenta, supe que su esposa no le pudo dar hijos y además ayudaba económicamente para los gastos médicos de mi esposa ya que llevaba a su primer hijo en su vientre. En todo el periodo de gestación siguieron cogiendo, mi esposa me decía que iba a salir a visitarlo, cuando regresaba yo estaba viendo televisión y le pregunté si había cenado y respondió que sí, que la había llevado a un restaurante muy fino. Cuando conversaban él le preguntó si yo no sospechaba y le respondió que yo no tenía la más mínima idea de que me ponía los cuernos y mucho menos que mi segundo hijo era de otro hombre.
  Después de salir del restaurante fueron a una casa que tenía en otro pueblo y se desarmaban con toda libertad, mi esposa me contaba que su pasión era siempre cogerla por el ano y que lo disfrutaba mucho, eran pocas las veces que la cogia por su vagina y ella estaba muy acostumbrada a hacerlo por su ano y le encantaba ya que yo la inicié por allí cuando éramos novios para no preñarla y lo hacíamos en cualquier lugar que se nos presentara la oportunidad. También la inicié en las mamadas y después de un tiempo le exigí que se tragara mi semen pero no quería porque le daba asco, pero después de un tiempo de tomarlo ...

... mezclado con café logró acostumbrarse al sabor hasta que llegó el momento de que lo tragó directamente de mi pene hasta hacerlo cada vez que me lo chupaba y así lo hizo con su amante Ismael cuando se lo chupaba, ella no se lavaba la boca porque le quedó gustando sentir el sabor por buen rato y una vez se encontró una amiga en la calle que inmediatamente sintió el aliento a semen que mi esposa tenía y le dijo, " se ve que has estado disfrutando en grande, sinvergüenza, a ver cuéntame, le dijo" mi esposa le dijo que era mi semen el que olía pero como que no se lo creyó porque horas antes nos habíamos saludado en otro lugar pero sospechando que me había puesto los cuernos decidió no seguir investigando, solo le dijo, no me hagas caso, sigue disfrutando, también nosotras tenemos derechos, mi esposa se sintió descubierta pero siguió su camino hasta la casa donde yo la esperaba desnudo en la sala con la puerta y las ventanas abiertas, de inmediato se arrodilló en la alfombra y comenzó a darme tremenda chupada, me pasaba su  lengua que la tenía larga, desde los testículos hasta el glande donde la enrollaba y succionaba con deleite, sabía que ese día venía de chupar el pene de Ismael y había tragado su descarga y le gustaba mezclar ambas en su estómago seguía sin parar y de repente me dice " como me gustaría que la tuvieras igual de grande como la de él", según ella la midió y tiene una longitud de doce pulgadas y un diámetro de dos, increíble, por eso es que no ha dejado de amarlo, el mio ...