De hija abusada a esposa sumisa 5 - Relatos Eróticos

De hija abusada a esposa sumisa 5

hoy quiero contaros una de mis últimas humillaciones por parte de mi familia mi padre va a un club de petanca donde casi todos son jubilados me pidió que lo acompañará  al club le darían un trofeo y lo celebraban con un almuerzo. Como es principios de marzo y ya hace calor,  me puse  un vestidito liviano verde de tirantes que conjunta con mis ojos verdes, el generoso escote dejaba ver gran parte del canalillo de mis generosas tetas que la madre naturaleza me proporcionó al nacer que dos partos me han acrecentado y que el ejercicio me ha mantenido erguidas y las puedo llebar sin sujetador cuando el vestido lleva la espalda al aire como era el caso de este me puse un tanga transparente y diminuto de los que por detras es una tira que se te mete entre las cachas del color del vestido que me habia regalado mi marido pensé en el y lo que le gusta que lleve esos tangas con vestidos cortos que cubren lo imprescindible por debajo del culo y si te agachas muestras el tanga  , el culo y si me apuras asta la raja me pinte los labios de un rojo intenso , no soy coqueta pero me gusta gustar, mi marido estaba trabajando y había quedado en recogernos cuando saliera de trabajar mi padre me recogió en un taxi el se bajó para que yo entrara cuando me sente vi que también venía mi hermano tan apuesto como siempre quedé aprisionada entre los dos pues los tres íbamos en la parte trasera del taxi, los que hayan leído mis anteriores relató sabrán que mi padre abusaba de mi Y que mi hermano también ...

... se unió a los juegos perversos que me somete mi marido . Nada más arrancar el taxi las manos de los dos se perdieron en mi falda y sus dedos jugaban con mi clítoris de nada servía protestar mi coño jugaba en contra mía nada más sentir sus caricias ya estaba mojado, ambos pujaban por penetrame con sus dedos y ambos lo consiguieron oí mis propios jadeos entrecortados y vi como el taxista ajustaba el retrovisor para poder ver lo que ocurría atrás,  el espectáculo debió de gustarle me habían bajado los tirantes dejando mis tetas al aire y mis pezones eran mordisqueados y subsionados por sus bocas, mi tanga por los tobillos y la falda levantada mostraba mi sexo depilado y abierto por la multitud de dedos de una y otra mano abriendo y entrando en mi vagina. Me corri mirando en el retrovisor los ojos del taxista que no perdían detalle de lo que mis acompañantes me hacían , no quiso cobrarnos el taxista sólo nos hiso prometer que llamaríamos si nesecitamos un taxi me compuse como pude y me bajé rápido separsndome de ellos lo más posible, en el interior del local había unos 12 hombres de edades diversas yo pensaba que todos eran de la edad de mi padre pero había incluso un chaval de la edad de mi hijo, otro en los treinta y dos entre los 40 y 50 uno de ellos  Antonio un amigo muy atractivo y con una polla enorme que ya había disfrutado muchas veces en compañía de mi marido enseguida se pegó a mi y le pregunté como había acabado en el club me dijo que atrabez de mi padre ya que ambos ...