Emputecida forzada, o no? - Relatos Eróticos

Emputecida forzada, o no?

... lo cual mi plan comenzó a tomar forma. 
Es así como contacté a un venezolano sin conocerlo, en un grupo de avisos en linea,   donde ponía descaradamente, “chantajeamos a tu esposa familiar o conocida, y le sacamos material, discreción, solo interesados reales”. La curiosidad y el morbo del momento fueron suficientes para darle click al sujeto y enviarle un mensaje de saludo.
El tipo dijo llamarse Ruben y era un inmigrante que vivía en nuestro país hace no mucho tiempo. Me pregunto sin mucho problema que quien era la perrita que trabajaría y que le mostrara imágenes de ella para ver si lo “motivaba” como para el esfuerzo. Comencé mostrando algunas fotos que había obtenido de mi mujer a lo largo del tiempo para despertar su interés. el tipo por supuesto en cuanto empezó a ver las fotos se calentó y pensaba que era efectivamente una mujer exquisita, me comentaba frases como “que rica tu puta!”, “así que no te deja cogerla?”, “Pero si tiene cara de zorra!”, “Que rico será llenarla de leche”, “si hasta preñada debe ser rica la puta” , y claro, en las fotos se le veía coqueta con bastante labial y en poses insinuadoras, si bien la mayoría de esas fotos habían sido de los primeros años juntos,  pero claro, eran suficientes para exponer la “mercancía”.  La idea era bastante simple, le dije, quería convertirla en una puta, la más cerda de todas pero sin que nadie supiera, excepto por supuesto, él directamente  y yo de forma secreta. Mi nuevo compinche estaba particularmente ...

... entusiasmado dijo que no me preocupara, que él se encargaría de la situación y de como podría realizarlo en un lugar que quedara entre su trabajo y nuestra casa, informándome que prepararía todo para poder viajar a nuestra ciudad, para así realizar el trabajito y qye no me preocupara del pago porque apenas estuviera de puta ganaría lo suficiente para pagar todo y más. Mientras Rubén el venezolano iba armando su plan del cual no me contó demasiado, me pedía mas información como la ropa que solía usar, sus gustos y que cosas la calentaban, y fue pidiéndome todo el material que tenia de la puta , como ya comenzaba a llamarla con habitualidad. Yo no podía más de la calentura así que  simplemente iba mostrándole, al comienzo con algo de recelo pero luego de un rato ya sin ningún reparo y diciéndole todo lo que me pedía mientras me pajeaba frenéticamente frente al monitor. Cuando al final pareció satisfecho me dijo que cuando tuviera todo preparado me avisaría y que borrara toda la conversación. Con el pasar de los dias, decidí instalar cámaras espías a lo largo de toda la casa para poder monitorear cada cambio que pudiera ir ocurriendo en mi mujer en el futuro, ya que salvo los avisos de ruben, no tendría idea de nada para así no quedar implicado en caso de problemas, y de paso así tendría también mucho material de mi esposa desnuda o cambiando su ropa. Con el pasar de los días las cámaras me permitieron identificar  un par de detalles interesantes, por ejemplo, lograba filmarla y ...