Los agujeros de la perra - Relatos Eróticos

Los agujeros de la perra

Era una noche tranquila, todos en casa ya estaban dormidos excepto yo, tenemos dos perras en casa, madre e hija, y como no les préstamos mucha atención no nos despedimos cuenta de que la hija entro en celo, esa noche la perra lloraba por qué quería salir a qué los perros la montarán pero como la casa está cercada no podia salir, los chillidos me llamaron la atención, ya que mi ventana queda junto al patio, salí de mi habitación, baje las escaleras y fui al patio a ver qué pasaba, y voy viendo a la perra con la lengua de fuera, con un montón de perros queriendo entrar y con su chochote bien inflamado, me le acerqué la acaricie y ella queriendo macho solo chillaba, la agarre y la metí a la sala y le empecé a acariciar la vulva, era carnosa y gorda, lo cual me puso caliente, la empecé a acariciar ese hermoso manjar y ella solo sedia, me quite el boxer dejando en descubierto mi verga, la perra el verla empezó a lamerla, la sensación de su lengua era increíble, pero yo ya estaba al mil y la volteo, la tomo por la cadera me pongo detrás de ella y coloco mi verga en su vulva, y de un empujón se la meto hasta la mitad, ella se arqueo y empezó a embestir, la presión que daba era fantástica, termino de embestir y la saco ella no se movía como pidiendo más, subí rápidamente al cuarto por un lubricante para poder entrar más fácil y cuando voy saliendo ella ya está esperándome en puerta, la meto al cuarto y ella se sube a la cama quedando a la altura perfecta, dándome la espalda y ...

... movimiento la cola eso me puso aún más caliente y me acerque me puse lubricante y un poco más a ella y se la volví a meter despacio para sentir cada sentimiento, ella solo se quedó quieta y yo llega a una parte donde no podía pasar, la tomo con fuerza de la cadera y empujó con fuerza y logro pasar, el dolor y el placer de dispararon al mismo tiempo, la perra chillo pero no sé movió, y comienzo a embestirla después de 10 minutos de estar con el mete y saca, me quedo quieto por qué está a punto de correrme, pero al detenerme ella empezó a apretar increíblemente, ahí fue cunado recordé que los perros se abotonan, la presión era fantástica, absorbió mi pene de manera increíble, yo estando a punto de correrme no aguante y me corrí dentro, pero la perra no me soltó y yo seguía duró lo cual impidió que me saliera, ella seguía succionando mi pene, así estuve como unos 20 minutos pegado a ella, me corrí dentro tres veces y me soltó, al salir mi verga estaba roja y adolorida, ellos solo se puso a lamer el semen que salia de su vulva, pero yo quería más, y recorde que mi padre tiene pastillas para los animales, bajo rápido y encuentro una caja, me tomo una sin pensarlo y regreso a mi cuarto la perra todavía estaba lamiéndose, y la pastilla ya estaba haciendo efecto, la vuelvo a agarrar y le levanto la cola y veo su ano, con la calentura y el efecto de la pastilla no pensaba claramente, agarre un condón de mi cajón, me lo pongo, le pongo más lubricante y se la pongo en la entrada de su ano, y ...