Perras callejeras - Relatos Eróticos

Perras callejeras

Estos relatos son una mezcla de zoofilia y fantasía, quedan advertidos. 


Era una tarde cualquiera, yo siempre al salir de la escuela me tomaba el bus y me iba caminando por las vías del tren pero está vez logré ver a un grupo de perras callejeras y en ese momento tuve una erección esto debido a que yo siempre senti atracción hacia los animales y al verlas haci me éxito tanto que pensé en cogerlas.

Mire a mí alrededor para ver si no había nadie, confirme que estaba solo así que empecé a acercarme lentamente y vi que una estaba distraída así que me baje los pantalones y empecé a frotar mí pene en su vagina, en un momento hice un pequeño ruido que asustó a la perra lo que la hizo retroceder y le metí mí pene dentro de ella, podía sentir como me apretaba, pensé en sacarla pero mis impulsos eran muy fuertes así que empecé a mover mis caderas rápidamente mientras ella jadeaba de placer, era como un sueño hecho realidad y después de unos minutos no aguante mas y me corrí dentro de ella, podía ver como salían unas cuantas gotas de semen.


Al día siguiente busque en internet pastillas para hacer que mí pene fuera más grande y que aumentará la producción de semen para que haci pudiera darles más a esa callejeras.


Volví a las viejas vías del tren y allí estaban así que empecé a dirigirme hacia ellas pero uno en especial me llamo ...

... la atención, se trataba de una labrador que en cuanto la vi fui directo hacia ella, me puse detrás y de un empujón pude meterle mí pene, mientras lo hacía note que había otra justo a mí lado así que empecé a masturbar a la perra que estaba muy umeda mientras más rápido me cojida a una más rápido masturbaba a la otra, era demasiado excitante que me corrí muy rápido, pensé que duraría más pero no así que fui a mí casa a ver si mis pastillas habían llegado y por suerte si.


En la mañana me puse a leer la caja, decía que solo debía tomar una pero ignore esa parte y me tomé dos porque ese día quería estar al máximo, mientras estaba en la escuela sentía como mí pene me dolía era como si mis pantalones se hubieran ajustado pero lo más difícil fue ocultar mí erección.


En cuanto llegue al lugar donde estaban las callejeras quería ver mí pene y me di cuenta que creció mucho al igual que mis bolas, pensé que podía aprovechar esto para poder correrme dentro de esa callejeras y dejarlas llenas de semen así que empecé con algo más grande, una doberman con un culo enorme, pensé en primero que me la chupara así que le mostré mí pene enorme, comenzó a lamerme y en un descuido se la metí toda en la boca, se sentía cálido y húmedo, después de unos segundos se la saque pero la diversión seguía así que empecé a frotar suavemente mí pene en su vagina