Mi esposa pone los cuernos con el peon de la finca - Relatos Eróticos

Mi esposa pone los cuernos con el peon de la finca

Mi esposa se llama Ester. Tiene 40 años, mide 1,60m y está muy bien proporcionada.
Tiene caderas anchas y unas buenas tetas, muy firmes, con unos espectaculares pezones rosaditos con la puntita parada.
Ella es blanca, de ascendencia portuguesa, con un hermoso pelo rizado y grandes ojos café que encuadran unos labios carnosos y sensuales.
Desde hace varios años tenemos una finca de recreo en el campo. Normalmente vivimos en la ciudad, en el DF, pero vamos con frecuencia a esta finca.
Construimos una hermosa casa con piscina, tenemos solamente un trabajador que nos cuida y atiende las cosas de la finca mientras no estamos.
Resulta ser que el peon que teníamos, que se llamaba Edwin, tuvo que dejar el trabajo para atender unos asuntos personales y nos dejó a su sobrino JuanCarlos en su lugar para que nos ayudara.
A mi, la verdad no me hizo mucha gracias que Edwin se fuera, porque era un hombre mayor, de campo y muy trabajador. Su sobrino también era trabajador, pero yo veía que miraba a Ester con ojos lujuriosos.
Sobre todo cuando ella se ponía el traje de baño, que le resaltaba muy bien su cuerpo y sobre todo sus caderas y nalgas y sus ricas tetas.
Yo trabajo en electricidad y tengo un negocio de instalaciones electricas y cámaras de seguridad, que me va muy bien. Un día llegó una vecina - Anacleta- que le decimos Ana que vive como a 100 metros de nuestra casa y me pidió que la ayudara, porque algo empezó a echar chispas en la casa y le daba miedo la electricidad. En ...

... ese momento eran como las 7.00 y JuanCarlos estaba hablando conmigo sobre los trabajos que iba a realizar mañana en la finca.
Ester estaba con nosotros cuando Ana llegó con cara de susto y pidiendo mi ayuda. Ester insistió que fuera. A mí me dió eso mala espina, pero la verdad como Ana estaba bastante buena y tenía cámaras por toda la casa, acepté ir con ella.
Ester no sabía donde tenía las cámaras, ya que si bien había varias visibles, también tenía varias escondidas por la casa.
Cuando llegué donde Ana, revisé el problema que tenía y lo solucioné, no sin antes tirarle un par de indirectas a Ana a ver si caía. Ana se puso muy coqueta y respondona, por lo que sin pensarlo dos veces le dí un beso que me correspondió apasionadamente. Sin embargo recordé que Ester estaba sola con el peon y no quise demorarme mucho, así que nada más le dí una mamadita de tetas le prometí que seguiriamos la sesión de besos pronto.
Cuando llegué vi que JuanCarlos se despedía nerviosamente, mientras Ester se acomodaba la enagua corta que andaba. Y ella también se despidió diciendo que ya se iba a dormir. Así que con la misma me fui a revisar las cámaras y esto fue lo que ví:
En cuanto me fui, Ester se puso a conversar con el peon y este se aproximó bastante a ella y hablaban muy pegaditos. Luego ella le dijo que por favor le razcara la espada porque sentía un piquete. El se acercó más y la rascaba... luego ella le digo que así no, que alzara su blusa para poder rascarla bien. El alzó su blusa y ...