Mi primo me hace su mujer - Relatos Eróticos

Mi primo me hace su mujer

... en la entrada de mi culo y poco a poco lo empezó a meter dentro de mi.
Primero sentí un poco de dolor, pero en cuanto el glande entró en mi ano y comenzó a meter el tronco, el dolor cedió paso al placer. Mi primo metía y sacaba su pene de mi con un ritmo tan rico que me hacía gemir de placer. Yo me sentía como una mujer al tener su pene erecto dentro de mi. Luego de un rato así me dijo, "ven, móntate en mi". Mi primo se acostó y yo me puse encima de él. Tomé con la mano su pene y lo dirigí a mi culito, el cuál lo recibió con tanto amor que entró todo. Yo empecé entonces a subir y bajar de su pene, dándole un rico masaje que yo disfrutaba por dentro. Él me comenzó a acariciar mis tetillas y eso me puso más caliente. Yo hice lo mismo con sus tetillas y wooooooow, la respuesta de su pene fue inmediata, se puso más rígido y caliente.
Yo estaba extasiado por el placer de sentir su verga en esa posición que por un momento pensé en pedirle que se viniera en esa posición. Mi primo al parecer leyo mis intenciones y con voz entrecortada por el placer me dijo "acuéstate y ahora yo me pondré encima de ti para acabar en la posición de misionero".
Cuando me acosté de espaldas, él me beso las nalgas y metió su pene tan adentro que me hizo lanzar un pequeño gritito de dolor y placer. Quise ...

... ...
... abrir más las piernas, pero las pantimedias de mi prima no me dejaban así que mi primo me dijo, "no te preocupes, así con las piernas más cerraditas está más estrecho tu ano y más placer me das". Comenzó entonces a meter y a sacar su pene con fuerza en mi ano. En cada arremetida yo gemía de placer. Llegó un punto en que deseaba sentir ya su semen dentro de mi ano, así que con voz melosa le dije "primo, amor, por favor, termina ya". Mi primo me dio un beso largo y profundo, para después decirme "toca mis tetillas para eyacular más rico". Yo comencé a acariciarle y pellizcarle sus tetillas y luego de unos dos o tres minutos así (que para mí fueron deliciosamente eternos) mi primo, con voz casi gurutal gritó "me vengo". En ese momento sentí su pene hincharse y sentí como su semen salía del glande inundándome el culo. Dios mio, que deliciosa sensación fue sentir su semen caliente, espeso y en gran cantidad entrar en mi ano. No dejé que sacara su miembro de mi culo hasta no estar seguro que había dejado todo su semen dentro. Luego de sacarlo, me subió las pantimedias y dandome un beso me dijo "de ahora en adelante haremos el amor siempre y cuando uses pantimedias blancas, ¿te parece?" Yo le respondí "ese es un compromiso" y le di un beso en la boca para sellar nuestro pacto.