Mi primo me hace su mujer V - Relatos Eróticos

Mi primo me hace su mujer V

Ahora era el turno de Pablo, quien estaba bastante excitado que no podía colocarse el condón en su verga, así que me acerqué amorosamente, le quité el condón de las manos y le dije "cariño, déjame a mí". Él pareció relajarse y de manera rápida le mamé y le masturbé un poco su pene para que no perdiera dureza y procedí a colocarle el condón, una vez en su lugar le dije "tú me vas a coger de perrito", "te cogería en cualquier posición que quieras bebé". Yo me coloqué en cuatro levantándo las nalgas, Pablo se puso detrás de mi, abriendo con sus manos mis nalgas mientras su glande apuntaba a la entrada de mi ano. Entonces con su mano derecha impulsó su pene dentro de mi y gracias al lubricante de los condones su verga entró de un sólo empujón. "¡Dios!" grité de placer al sentir tamaña estáca hasta el fondo de mi y sentir sus testículos golpeando mis nalgas.

Pablo comenzó a sacar y meter su pene pero no lograba tomar un ritmo que me permitiera gozar de su palo, así que le dije "amor, métela toda y déjame a mí darte placer, te voy a volver loco". Pablo obedeció con un "adelante nena, haz lo tuyo" a la vez que metía todo su falo en mi ano. Una vez que estuvo todo hasta el fondo, comencé a mover mis caderas de manera circular dándole a su pito un rico masaje y sabía que lo estaba haciendo bien pues sólo escuchaba como Pablo decía "Oh Dios, oh Dios, que rico mamí, así muévete así". Luego cambié de movimiento y me empecé a impulsarme de atrás para adelante, sacándo y metiendo su ...

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... pene en un ritmo que me permitía tener no sólo control de cuánto pito entraba y salía, sino que me permitía darme placer al masajear de manera deliciosa mi ano.

Luego de estar un muuuuuuy buen rato así las rodillas comenzaron a dolerme por la posición así que le dije "Pablo, bebé, cariño, ¿le puedes hacer un favor a esta damita?" "Claro bebé", "por favor, dame YA tu leche, LA NECESITO". Ahí fue dónde él se lanzó a darme unas embestidas furiosas, yo sentía un enorme placer y el escuchar cómo sus bolas golpeaban mis nalgas me puso más caliente. "Así papí, así, no te detengas, lo quiero todo", "ya casí mamí, ya casí" me respondía Pablo y de pronto dio una embestida en la que me la metió toda hasta el fondo al mismo tiempo que comenzó a eyacular, "¡no la saques, no la saques, déjala toda adentro mientras te vienes!" le urgí a gritos. Y vaya que si me hizo caso, dejó su tronco hasta el fondo mientras se venía, Dios fue una cantidad enorme la que sentí se estaba quedando en el condón. Luego de que acabó de eyacular me sacó poco a poco su pene, lo cuál fue maravilloso pues sentí el ano relajarse deliciosamente. Al voltear a verlo, pude ver como el saquíto que tiene el condón en la punta para acumular el semen estaba LLENO DE RICO ESPERMA BLANCO Y ESPESO. Rápidamente le quité el condón y como un niño saboreando un dulce, vacié en mi boca el contenido del condón. Wow, super rico y todavía caliente estaba su lechita. Le agradecí dándole un beso a su glande y luego uno a él en ...