¿Por qué todos se empeñan en meterme su miembro por el culo? - Relatos Eróticos

¿Por qué todos se empeñan en meterme su miembro por el culo?

¿Pero por qué todos se empeñan en  meterme su miembro por el culo? No lo entiendo bien. Unos me dicen  que es lo que se lleva ahora, que hay que estar a la última. Otros,  que así resulto mucho más interesante. Alguno, que si quiero ser  una mujer completa tengo que ser accesible por detrás. Los mohamés,  que tengo que ser multicultural y tolerante con sus costumbres, y que  ellos son muy dados a sodomizar. Los progres, que tengo que estar  abierta a la diversidad y superar las costumbres tradicionales, que  son una tara burguesa, y por tanto mi culo igualmente debe estar  siempre abierto, dispuesto y receptivo, para ellos, claro. Un médico  me dijo que recibir su semen en el recto activaba las defensas y era  bueno para el covid. Unos colgados mencionaron algo de que tenía que  ser inclusiva con ellos, que eran personas desfavorecidas y  vulnerables, y que lo más inclusivo que podía hacer era incluírlos  en mi culo. Un tipo dijo que a su mujer nunca la encularía porque  era un callo repugnante y que ese honor me lo reservaba a mí, que  para eso era su lozana flor. Otro tipo me explicó que no iba a ir de putas y pagar para chingarlas por detrás teniendo la posibilidad de  embutirla en la retaguardia de una dama hermosa y elegante como yo,  que tan gentilmente atiende a sus deseos. El predicador me dijo que  era una puta de cuidado -¿de dónde sacará eso?- y me puso de  penitencia ser penetrada analmente por él todos los días durante  tres meses para así redimir mis culpas. ...

... Uno, que no sé si sería un  poco lascivo, se empeñó en que yo tenía un cacho culo tan  voluptuoso y opulento que sería un desperdicio intolerable  enchufarla por otro lado. Un joven pelado, con una túnica naranja  insistió en que me quería ayudar a encontrar mi sendero espiritual  y que la mejor forma de hacerlo era purificarme mediante una  introspección mística de su miembro en mi culo y que así acoplado,  practicando unos movimientos rítmicos que parece ser que respondían  a un ritual sagrado de raíces milenarias, y mientras él recitaba  una y otra vez una especie de monótona letanía, yo entraría en  trance y comunión con el espíritu evanescente. Otro, que quería  hacerme feliz regalándome el más intenso de los placeres de la más  eficaz de las maneras, que era dándome por el culo con su muy  considerable y experimentado instrumento. El de más allá, que se  veía a la legua que yo era una buenorra cachonda y que todas las  cachondas tragan por detrás, y más en mi caso porque tenía un culo  esplendoroso que pedía a gritos ser taladrado. Luego, el que trajo a  su hijo porque decía que yo era una persona muy cariñosa,  complaciente, comprensiva, paciente, limpita, desinhibida, y muy  acostumbrada a que le taponen el recto. Vamos que era la ideal para  que el mozo se iniciara conmigo en las practicas anales. Un  ecologista me aseguró que me tenía que penetrar por detrás porque  era la única forma sostenible de copular, ya que al inseminarme en  el culo era una especie de método ...