Dulce oscuridad - Relatos Eróticos

Dulce oscuridad

Sonia se peinaba ante el espejo, sus cabellos pelirrojos conbinaban con su cara pecosilla y su mirada azul, miraba su desnudez ante el espejo, su dulce y joven cuerpo de dieciocho años tenia una bonita cintura y un vello apenas poblado, pero no tenia mucho pecho, algo que la acomplejaba junto a su pelo rojo.

Hoy temblaba mas de lo normal, esta noche se encontraria con su novio, un hombre que conocio en el chat, seria la primera vez que le veria y podria ser el primero que la poseyera.

Temblando, miro unas revistas pornograficas que tenia su hermano, el estaba en londres, estudiando, podia leerlas sin que el apareciera, sentia arcadas cuando veia las imágenes de felaciones y miedo cuando veia que penetraban a las chicas con enormes porras de carne.

-tarde o temprano tendras que hacerlo – se decia Sonia para si.

Habia sido citada a las cuatro de la madrugada, le extrañaba que el novio le pidiera que solamente se vistiera con una sabana, al salir a la calle, se aseguro que no habia nadie ¿y si esto fuera una trampa? ¿habrian unos yonkis a la vuelta de la esquina para violarla?

Ese pensamiento la atemorizo hasta que llego una furgoneta, habia mas gente con sabanas en el que la invitaban a subir, Sonia, no sabia por que, subio al vehiculo, temblaba de miedo, sus compañeros se presentaron, eran jocosos, parecian buenas personas, no tardaron en ganarse la confianza de Sonia.

-huy que pechos mas monos, que envidia me das yo tengo la espalda y los hombros hechos ...

... migas – decia una chica de enormes urbes.

Algunos chicos le acariciaban el pelo de forma sensual mientras le decian lo bonito que era, a ella le agradaban esas palabras, ya que pensaba que su pelo era horrible.

-colegas, portaros bien con ella, es su primera vez ¿vale?.

Entonces la miraron como un bicho raro, la chica de grandes urbes le toco su concha ante la sorpresa de Sonia, si, conservaba el himen, entonces la hablaron de cómo fueron sus primeras experiencias, fueron a edades muy tempranas para ella y de formas escandalosas, Sonia sentia la necesidad de bajar, pero ya habian llegado, caminaron a un gran almacen, ella queria escapar, pero no habia vuelta atrás.

La puerta del almacense cerro tras ellos, estaba oscuro, no podia ver mas alla de su nariz, entonces unas manos fuertes y vigorosas la despojaron de su sabana, desnuda, Sonia se sentia indefensa, queria gritar, pero unas manos sedosas acariciaban su rostro, la calmaban, oia jadeos, tanto de hombres como de mujeres, Sonia se dio cuenta de lo que pasaba, era una orgia, ella no queria eso, ella queria que la tomara solamente su novio, se fue corriendo a buscar una salida, pero no veia nada, tropezo con una chica que engullia la dureza de un chico.

-¡ten mas cuidado, imbecil! – decia la joven adolorida.

La joven vagina de Sonia cayó en la cara del joven que se la engullian, instintivamente la agarro por las caderas, Sonia queria irse, pero la lengua del joven la poseyo, se sentia rara, una sensasion ...