-
Casa para tres
Fecha: 27/04/2023, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: jefecito61, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Habiéndome quedado solo en mi casa, con los hijos ya crecidos y cada quien con su vida, pero con los recibos de los servicios puntuales, le tomé la palabra a una prima, y anuncié en la cartelera de un supermercado, que tenía dos habitaciones disponibles en alquiler. Tres días después, recibí mensaje de una posible inquilina, que me dijo que tenia 22 años, que estudiaba e una universidad cercana relativamente, que le estaba tocando viajar todas las mañanas desde las 5:00 am, que tenía un trabajo de medio tiempo en la misma ciudad y otras cosas mas. Que podría llegar al día siguiente, para ver si hacíamos el contrato, pues el costo le parecía bien y estaba de acuerdo en todo. Se llamaba Jenny. En la noche, una llamada, de otra chica, de nombre Moni, que había leído el anuncio, y que estaba interesada. Le comenté que al día siguiente llegaría Jenny y que podría atender a ambas. Me dijo que estaba de acuerdo. Alrededor de las once de la mañana, como si se hubieran puesto de acuerdo, aparecieron las dos, en taxis distintos. Jenny, blanca, de unos 165 cm. de cuerpo delgado pero bonito busto, pocas caderas pero nalgoncita, unas cuantas pecas en su juvenil rostro, de jeans blanco q marcaba un mini bikini debajo, y una blusa stretch, q hacia lucir sus ...
... atributos. Moni, de unos 155 cm. un poco rellenita, trigueña, en falda jeans ajustada y blusa a cuadros amarrada a la cintura, y de agradable imagen, a sus 20 añitos. Les mostré los cuartos, que ya estaban amueblados con su cama, closet, mesita para trabajar, un sillón, y su aparato de tv en la pared. Obvio, era un solo baño para toda la casa, pero eso no les incomodó a las chicas. Entre ellas hubo química al momento y eso me pareció normal. Cerramos el trato y dijeron q al día siguiente se alojarían. Al medio día siguiente, ya estaban ubicadas cada una en sus habitaciones y la casa se volvió a llenar de alegría, de colores y olores. Arreglaron sus cosas y dijeron que se tomarían la tarde para descansar. Cerraron sus cuartos para cambiarse, mientras preparaba el almuerzo a compartir. Un momento mas tarde, aparecieron frescas, cambiadas de lo mas cómodo, Jenny en short de pijama, corto y flojito, blusa sin mangas y sin bra, por cierto. Moni, en licra ajustadísima, de color piel, y que no dejaba nada a la imaginación, y una blusa corta de botones, pero igual, sin bra. Les serví la comida y nos dispusimos a platicar para conocernos mejor. Aqui, se fue descubriendo las inquietudes y curiosidades de ambas, las que les detallare en la proxima entrega.
«1»