El puto gordo de mi jefe me mete su gorda, sucia y gran verga parte 1 - Relatos Eróticos

El puto gordo de mi jefe me mete su gorda, sucia y gran verga parte 1

Si bien me gustaba mi trabajo había algunas cosas que odiaba la peor era mi jefe, un hombre de 54 años, encanecido y con una prominente panza. Era el jefe del departamento de ventas y probablemente ascendería uno o dos escalones más, por lo que se supone que debería generar confianza y liderazgo, pero no, su asquerosa personalidad, solo generaba repulsión y un ambiente desagradable con los que seguían su pensamiento.
Siempre contaba chistes sucios a los compañeros, y se quedaba en una esquina o en medio de los pasillos disque supervisandonos, y solo se quedaba a ver a las mujeres que pasaban, te desnudaba con la mirada, lo peor es que no podíamos hacer nada porque nunca hizo nada directo; el cabron se sabía cuidar las espaldas, y siguiendo ese ejemplo muchos compañeros se reían en una bolita en la hora del almuerzo y se nos quedaban viendo a algunas. Pero no pasaba a mayores, o eso pensaba yo hasta que un día tuve que tomar el elevador.

Mira te cuento rápido, solo teníamos 5 pisos pero gracias a Dios teníamos elevador, y en cada piso se tenía un departamento de la misma compañia, como éramos una solo empresa siempre todos salíamos a una hora similar, y para no ir con todos siempre intentaba terminar temprano, hasta eso el viejo ese nos dejaba ir temprano, y más si una mujer se lo pedía con cara de perrito triste, pero aquel maldito día no termine a tiempo, terminé con casi todos y me tuve que ir con todos. Por supuesto que yo en mi propio coraje de no terminar ...

... temprano ni me di cuenta quien estaba detrás de mi, y no lo noté hasta que todos mi compañeros llenaron el jodido elevador, sabes lo ideal sería que solo fueran 10-15 personas, pero mi México mágico, estábamos más de 20, tuvimos que estar como sardinas, y el olor, conoces el olor de la ropa mojada de sudor, yo sí, típico perfume de ese viejo, me llegó por atrás, maldita suerte la mía, maldito día que me puse la falda tipo lápiz que hacía notar mi hermoso culo, y maldita sea todo mi departamento que descompuso ese elevador.

Entre todos nos dimos cuenta que nos habíamos atascado y aunque ya habían llamado a los de mantenimiento tardarían de 40 a una hora si teníamos suerte, yo creía que era el peor día de mi trabajo que había tenido, pero se podía llegar a peor, porque entre la desesperación y los chiflidos de los compañeros junto con unos empujones me arrime a mi jefe, y de un pequeño rozón sentí un paquete muy grande, justo entre mis nalgas. Intenté calmarme y respirar, era evidente que esto podía pasar con lo cochino que era ese viejo pero no podía imaginar que fuera lan grande. Los empujones siguieron y no se si medio intencionalmente yo me seguí restregando a ese viejo cochino y más le crecía su gran verga, no sabía que hacer, se sentía taaaan rico, me encantan las vergas grandes, empecé a disfrutar por completo y no me importaba cuánto tiempo quedaba, y luego siento un pellizco en mi pezón, se metió debajo de mi blusa el cabron, aprovechando  y con su otra mano me estaba ...