Recordando viejos tiempos en algún punto de la ciudad - Relatos Eróticos

Recordando viejos tiempos en algún punto de la ciudad

Tenia mucho tiempo de no saber de una amiga con la que tuve mis deslices,así que cuando recibí sus mensajes me sorprendí mucho. Ye me sorprendí aún más cuando me dijo que deseaba verme.Nos pusimos de acuerdo para la hora y el lugar de reunión fue en algún punto de la ciudad. Le tuve que echar una mentira piadosa a mi esposa,aunque no lo creyó no podía hacer nada ya que ese día tuve que acompañar a mi suegra a una cita medica.
El día y la hora acordados llegó y estuve esperando impaciente para volver a ver a la Licenciada(así le decía de cariño y para despistar), ella una señora de 49 años y de muy sabrosas carnes aún ya que la disciplina del gimnasio la hacía lucir con un culo espectacular. Como siempre muy elegante en su vestido corto y de falda con vuelo hacían lucir sus piernas muy bien torneadas, siempre oliendo muy rico, de hecho su panocha siempre olía rico.Muy caliente por naturaleza y comprobado por mi además de haber sido advertido por sus amigos que ya se la habían cogido anteriormente.
No es que la Licenciada sera una piruja, lo que pasa es que ella lo que tiene en la panocha es una brasa al rojo vivo que su esposo no sabe como apagar. Es por ello que se vio en la necesidad de buscar amantes de ocasión para saciar sus necesidades carnales. Y conmigo duro más tiempo como amante ya que logré destacar de entre todos porque  según palabras dichas por la Licenciada  en su momento logré hacerla sentir mujer. Al llegar al lugar acordado desde la entrada me sonrió y yo ...

... de inmediato me acerque para recibirla como lo que es.. toda una Diva!!..
Me dio gusto verla la razón por la cual me cito era pasar un rato agradable, lo hizo saber sin tanto rodeo. A media platica por eso solo alcancé a tomar un café y ella solo te verde. Quise cuestionar el porque de tan repentina invitación pero como ella fue tajante en la decisión de buscarme no quise arruinar el reencuentro.
Más tardamos en pedir la cuenta que estar en su casa aprovechando que sus hijas estaban en la escuela y el patrón como le dice de cariño a su esposo; como siempre sumergido en el trabajo.
No era la primera vez que lo hacíamos en su recamara, antes para justificar mi presencia en su casa usábamos como modus operandi el que como yo soy promotor cultural  en mis ratos libres,  a ella la invite para que me ayudara a coordinar los eventos así de ahí el apodo de "Licenciada", y a ambos nos conocían como "Los Licenciados".
El caso es que la Licenciada y un servidor nos fundimos en un abrazo muy cachondo y un beso por demás apasionado. Ella siempre tenía ganas,igual yo pero tenía que cumplir también a mi esposa. Eso nunca lo entendió mi hermosa amante.
Mis manos apresurádamente la desnudaron después de sobarle las nalgas sobre su vestido. En cuestiónde segundos estab ahí totalmente desnuda solo con sus zapato de tacón alto, lucía despampanante con su monte de venus depilado y de sus muslos ya escurrían sus fluidos que salian de su panocha que demandaba la penetración, o por lo menos una ...