Mi Max me lleno de leche, primera vez zoo - Relatos Eróticos

Mi Max me lleno de leche, primera vez zoo

Mi nombre es Katherine tengo 25 años, guayaquileña y vengo a contarles de como mi perro Max un fornido de pelaje cafecito claro me hizo adicta al zoo.
Al principio la relación era de lo más tierno que se podrían imaginar el y yo salíamos a trotar en las mañana, para mantenernos activos y a mí se me había hecho costumbre pasarme en interior y en ocasiones desnuda (porque soy independiente y en mi departamento tiene la suficiente privacidad para poder pasar de esta manera) sintiendo solo la compañía de mi querido Max que se acostaba en mis piernas o a lado mío al momento de ver una película, de comer o simplemente de quedarme dormida tanto en el sofá como en la cama. Para hace 3 meses empecé a notar que Max estaba con mucha más energía de lo de costumbre y en ocasiones lo notaba un poco malhumorado y no entendía el porque, si yo lo mantenía con sus rutinas constantes e incluso empezaba a implementar más juegos al salir con el pensando que se estaba aburriendo de hacer lo mismo todos los días cuando en cierta ocasión que yo me encontraba dándome una ducha lo escuché aruñar la puerta del baño con desesperación y yo intui que quería salir a dar un paseo y a pesar de ser como las 21:00 pensé sacarlo aunque sea unos minutos

Katherine: Espera papi, dame unos 15 minutos y saldré contigo si? ya mamá está terminando...

Cuando le dije eso, vino un silencio así que pensé que se había quedado tranquilo cuando de pronto escucho algo quebrarse y de la impresión salí enseguida para ...

... ver de qué se trataba secandome solo un poco para no dejar un mojadero y yo misma caerme y me coloque la toalla alrededor del cuello, y al salir note que el había hecho caer unos adornos de la mesita de noche encontrándose sentado a lado de la puerta con cara de arrepentimiento.
Con ganas de alzarle la voz pero viendo su mirada triste fui incapaz de retarlo a lo que opte por ponerme de cuclillas para sobarle la cabeza y darle un abrazo a lo que el respondió dándome lengüetazos desenfrenadamente haciéndome caer hacia atrás con lo único de colocar mis manos para evitar golpearme fuerte a lo que note como un bulto me rozaba la pierna y voltee para ver enseguida notando como de su miembro iba saliendo una protuberancia rosada, carnosa y bastante viscosa que me dejaba la pierna toda empalagosa me asusté un poco así que retrocedi y vi como Max hacia movimientos de coito jadeando y babeando de su hocico
Sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho y sin darme cuenta mis pezones se habían puesto erectos, me estaba cuestionando si estaba bien sentir eso pero mi reacción fue de correr asustada al baño y quedarme un buen rato bajo la ducha mientras escuchaba como Max seguía arrañando la puerta. Por ese día decidí dormir en el sofá y dejarlo a el dormir en mi cuarto con la puerta cerrada. Pasaron dos semanas pero en ningún momento dejaba de pensar en ello e incluso sin haber visto antes empece a tener sueños zoofilicos los cuales me llevaron a páginas como está a leer relatos, videos ...