Said, el morocho 2
Fecha: 25/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
A la mañana siguiente después de aquella noche de sexo con mi vecino Said, al despertarme estaba abrazado al niño, ambos desnudos, yo como siempre con mi pene a millón, me separé con cuidado del niño, tome su interior y se lo puse para que nadie viera que estaba desnudo, pero antes sobé sus nalgas y las abrí a ver si no le había hecho daño, entonces pude ver lo blanco de aquellas nalguitas redondas, lizas y grandes, al mirar entre sus rajas noté que su orificio era de color rojizo igual que su glande, me dieron ganas de volver a montarlo, pero me aguanté, además que ya estaba en horas para salir a la universidad. Pasé todo el día pensando aquella noche y aquel cuerpo tan hermoso y no dejaba de pensar en lo sucedido, por su puesto aquel pensamiento me mantuvo todo el día, medio empalmado y por su puesto mojado de tanto líquido que emanaba de mis testículos. Al llegar en la tarde a casa, después de estar listo para salir donde mi novia, puse dirección a su casa. Ese día pasé menos tiempo en casa de mi novia y mientras me besaba con ella me venía al pensamiento lo sucedido con mi vecino, ella llegó a rozarme mis partes y notó lo excitado que estaba y con pena me dijo que no podíamos hacer nada por aquello y yo le respondí que me tenía que ir pues no me sentía bien. Llegué a mi casa antes de las 8:30pm y subí a mi cuarto de inmediato, me dolían los testículos y quise hacerme una paja como acostumbraba, pero estando en mi cuarto apareció Said, nos saludamos y lo invité a sentarse ...
... y conversamos de su día en clase y otros temas, menos lo sucedido la noche anterior. Al tener rato hablando con él fui al baño a orinar y tomando en cuenta que tenía mucho líquido preseminal, decidí no lavarme y como tengo el prepucio que tapa mi glande, solo pelé la punta de mi pene para que no se lavara con el orine y quedara allí para mantener la lubricación. Al regresar me preguntó si ya estábamos listos para acostarnos, le dije que sí, pero antes bajé a la cocina a buscar agua, que por costumbre llevaba a la habitación para no salir del cuarto en horas de la noche a buscarla. Cuando subí ya el niño estaba bajo las sábanas, apagué la luz de la habitación y encendí un pequeño faro que tenía en la cabecera de la cama, que normalmente lo usaba para leer en las noches. Me quité toda la ropa e inclusive hasta mi ropa interior quedando completamente desnudo. Cuando me iba a meter en la cama levanto las sábanas y para mi sorpresa el chico estaba desnudo y boca abajo, me quedé observándolo por un rato, aquellas nalgotas me tenía loco, le pasé las manos y comencé a sobarla, de repente estaba besando aquellas nalgas, lisas, blancas y gordas, al rato de estar de lado, me metí entre sus piernas mientras él seguía de espaldas, besaba, lamía y metía mi nariz entre su raja, noté que estaba a poco de haberse bañado, el aroma de su culito era a jabón de baño, cuando mi excitación aumentó, fui abriendo de apoco sus nalgas para dejar a mi disposición aquel hoyito rojizo y le puse la lengua ...