1. Mi esposa no supo quién se la cogió


    Fecha: 26/05/2023, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Pitor, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Después de mucho insistir en mis fantasías que mi esposa se dejará coger por otro hombre, al fin me dijo que si.
    Salí de casa y le dije que hoy sería, ella aceptó, llegué y le dije que si estaba lista, me dijo que si, que estaba excitada de tanto pensarlo, que solo usará condón quien quiera que fuera.
    
    Tenemos un cuarto en la parte de abajo , hay un pasillo que queda oscuro y de dónde se puede ver hacia el cuarto y la cama, le pedí que se pusiera ropa sexy, que cuando nos escuchará llegar, se levantara de la cama y se pasará por el cuarto, luciera su cuerpo y yo entraría solo.
    Ella lo hizo así, mi esposa tiene 43 años, mide 1.50 y tiene una excelente figura, parece una Barbie pequeña, con nalgas y pechos deliciosos, esa vez tenía un neglige negro transparente y a través de la tela se notaba su tanga negra también.
    
    Tal  como lo platicamos, al hacer ruido , se levantó y Lució su atractiva figura.
    
    Entré yo solo y la acaricié y la besé, toda, todo su cuerpo, después la vendé de los ojos, le quité los calzones y la ...
    ... acomodé a gatas, en la esquina de la cama, con su culo redondo y hermoso apuntando hacia la puerta, para que quien estuviera allí afuera la gozara.
    Le metí la verga y estuve un rato cogiendola, después le pregunté si todavía quería otra verga, me dijo que si.
    Me salí del cuarto, me puse una extensión de verga de látex con cierta rugosidad, mi verga mide 20 cm, ahora la verga era de 23 cm y más gruesa, también me puse guantes y me acerque a ella, le empeze a meter la verga, me costó un poco de trabajo pero al fin, esa enorme verga entró en esa pequeña mujercita, empece a moverme y logré entrar todo, ella se dejó y se acomodó, empezó a gemir en señal de placer y eso me excitó muchísimo más, mi esposa se estaba dejando meter otra verga.
    
    De rato empezó a gritar y estremecerse, yo se que está teniendo un orgasmo, no pude más y terminé con una sensación riquísima.
    
    Después me salí del cuarto, me quité la extensión y los guantes, los guardé en una bolsa y regresé con mi esposa, me acosté junto a ella y nos besamos llenos de amor. 
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