1. En el tren con una malfollada


    Fecha: 26/09/2018, Categorías: Control mental, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Otra vez en el puñetero tren, siempre, pero siempre lo cojo en hora punta, pero es que siempre se me pegan las sabanas.
    
    Subo en el tren, al principio esta casi vacio, pero los asientos están ocupados.
    
    Poco a poco el tren se llena, hasta que casi no se puede uno mover, en ese momento una señora entra en el tren luchando contra la multitud.
    
    Ella esta al lado mio, es guapa, pero con cara de mala leche, por desgracia, los empujadores de la compañía ferroviaria consiguen que nos apretemos más.
    
    Ella queda pegada a mi, con los brazos hacia abajo, nota con su cadera mi paquete, me lanza una mirada de odio.
    
    -¿Qué haces? – trata de decirme a gritos, pero está afónica, seguro que gritó a su pobre marido anoche.
    
    -es usted la que toca – le dije igual de harto, hay que joderse, estar apretado aquí y la señora me esta tocando los cojones, en ambos sentidos.
    
    -¡deje de tocarme pervertido! – me decía con su voz ronca.
    
    -con gusto, simplemente vayase lejos de mi – le respondí.
    
    Ella intentó darme una bofetada, pero se desequilibró al parar el tren y producirse un intercambio de pasajeros.
    
    Tiene las tetas enormes y firmes, lo sé porque ese intercambio de pasajeros ha hecho que se pegue cara con cara en mi, es un poco más baja que yo y me mira con odio con sus ojos verdes de gata malfollada.
    
    -alejese – le dije seriamente y con mala leche.
    
    -este es mi sitio, vete tu – me dijo cabreada.
    
    Sus pechos pegados a mi torso estaban apretados a mi, su vestido era ...
    ... elegante, pero carecia de sujetador.
    
    -¿vas a ponerle los cuernos a tu maridito? – le dije sonriendo.
    
    Parece que acerté, porque ella acercaba su mano peligrosamente a mi paquete para romperme los huevos con sus uñas.
    
    Me intenté mover mientras con la mirada le decía, ni se te ocurra puta.
    
    Pero ella sonreía diabólicamente.
    
    Pero otra parada y otro intercambio de pasajeros me salvó, intenté alejarme de ella, pero esa arpía parecía que me perseguía.
    
    Pero la gente entró empujándonos.
    
    Como hemos quedado.
    
    Se ve que llevaba falda pero sin bragas, definitivamente esa mujer quería ponerle los cuernos a su marido, pobre el desgraciado de su amante.
    
    ¿Cómo lo se?
    
    Porque con el gentío se le levantó la falda y su raja del culo se quedó encajada en mi paquete, ella quedó atrapada con los brazos hacia abajo, pero no solo eso, mis manos acabaron en sus pechos sin posibilidad de cambiar de postura.
    
    Intentaba moverse para arañarme, apretarme los huevos o yo que se, pero la gente la impedía moverse y ….
    
    Joder, esas nalgas me estaban haciendo la paja de mi vida.
    
    -cabrón malnacido, dejame – decía ella con su voz ronca.
    
    Joder el traqueteo y los intentos de moverse de la chica me la pusieron dura y lentamente, con los movimientos de culo se me bajó la cremallera.
    
    Entonces el tren paró y hubo oscuridad.
    
    -señores el tren estará parado unas horas por un desperfecto, disculpen las molestias
    
    Hay que joderse
    
    Y la muy gilipollas no para de moverse para deshacerme ...
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