Nuestra orgia - Relatos Eróticos

Nuestra orgia

Hola me llamo Claudia, tengo 26 años, de cara bonita y cuerpo de infarto como dicen mis amigas tengo un par de pechos grandes y turgentes y unas caderas anchas y un trasero respingón y muy paradito, esto siempre me trajo problemas en el colegio ya que desde los 15 años comencé a desarrollar mas que todas mis amigas y ahora les contare la fabulosa vida amorosa que he vivido y sigo viviendo. Llegue a vivir a la quinta cuando tenia 12 años y allí conocí a Raúl, Roberto, Moisés, Juan, Violeta, Mary y Silvia, los cuales eran vecinos e hijos de las cinco familias que habitaban esta quinta lógicamente nos hicimos grandes amigos por tener casi la misma edad, aun cuando Raúl era mayor que todos porque tenia 2 años mas que nosotros siete. Casi 3 años después durante un juego de las escondidas me encontré en el mismo sitio con Raúl en un pequeño espacio inconscientemente durante el juego estuve delante de Raúl y sentí su cuerpo tan pegado al mío que su miembro se puso duro y fue tan maravillosa la sensación que sentí que Raúl tenga mis nalgas junto a su duro bulto que no se movía para seguir atenazando mi culito nunca tuvimos nada mas que flirteos y yo en ese momento realmente sentí como mojaba mis pantaletas porque realmente yo creo que fue mi primer orgasmo, cuando comenzaron a gritar los chicos que el juego había terminado pude ver claramente que Raúl tenia el pantalón mojado en la parte donde se encontraba su gran bulto y además haciéndome la tonta roce con mi mano ese ...

... maravilloso bulto, luego de ello buscaba desesperadamente jugar a las escondidas y esto era aceptado por todos lo que realmente quería era ver cual de los chicos la tenia mas grande para que el mejor me tuviera por primera vez, dentro de mis cálculos la mejor pija era la de Moisés cuando estuve escondida junto a el pude sentir Dios mío era una pija gruesa y grande ya en mi cama sin poder dormir pensaba que esta pija debía ingresar a mi conchita. Justo el día de mi cumpleaños 17 me dije que tenia que probar esa rica pija para sentirme una mujer por primera vez, pero luego de los bailes y las celebraciones realmente lo olvide, siempre nos tratábamos de amigos y nadie se insinuaba demasiado aun cuando veía como los chicos me miraban y haciéndose los locos me tomaban las caderas o me rozaban los pechos, existía lo que siempre nos inculcaban nuestros padres que debíamos llegar vírgenes al matrimonio al terminar la escuela dos de nuestros amigos se mudaron entre ellos Raúl y Moisés que al comenzar a trabajar su situación cambio y supe de ellos hasta casi tres años después, pero fue al salir de mi trabajo que casi me choco con un muchacho alto y fuerte y vaya sorpresa era Raúl al cual no veía por casi tres años nos saludamos con un beso y sin preámbulos me invito a comer a lo cual accedí gustosa e ilusionada mi cabeza comenzó a soñar y regresar a los días en que me encontraba con Raúl en el escondite y pude sentir ese maravilloso bulto que no me dejo dormir dos días, me llevo a un bonito ...