puchi - Relatos Eróticos

puchi

... realmente delicioso, se sentía caliente y húmeda, eso me puso al 100 , me quité los tenis y el pans delante de ella y me quedé en bóxer , me le acerqué y la coloqué boca arriba mientras le seguía acariciando su puchota, yo ya tenía la verga durísima y ella la olisqueaba por encima del boxer, por lo que me la saqué y enseguida comenzó a lamerla, era lo mas rico que eh sentido, no aguanté más y la cargué para llevarla a mi recámara, la tumbé en la cama y comencé a lamer esa puchota inchada , tenía un sabor único y estaba caliente y con fluidos, tomé un poco de crema para el cuerpo y comencé a ponérsela y a meter mi dedos y mi lengua, yo estaba disfrutando de esa hembra y ya no me importaba nada màs, ella solo permanecía hechada boca arriba con las patas abiertas y jadeando , con la lengua de fuera como si tuviera mucha sed, yo me tocaba la verga que la tenía como piedra y escurría de líquido por lo exitado que estaba, coloqué mi verga en su pucha y comencé a meterla lentamente mientras le acariciaba sus tetas , la sensación única de sentir ese calor y esa pucha apretada no se compara ...

... con nada La fuí penetrando lentamente hasta que mi verga estaba completamente adentro, sentía unas contracciones increíbles , como si me quisiera arrancar la verga, entonces comencé a moverme mas rápido la tuve en esa posición un buen rato, después le saqué la verga y estaba super roja y llena de fluidos, karamelo se lamió la pucha y yo la agarré y la coloqué de a cuatro y volví a meterle mi verga, estuve así otro rato hasta que empecé a sudar muchísimo , como no me había bañado despues de entrenar, mi cuerpo entró en calor otra vez, más el sudor que ya tenía, de mi frente goteaba tanto sudor que le caía a karamelo , cuando comencé a cogerla con mas rapidez no aguanté más y me vacié dentro de ella , era lo más rico que había experimentado, estuve un rato dentro de ella y se la saqué lentamente , mientras ella se hechaba para lamerse la leche que salía de su pucha inchada , prendí mi ventilador para refrescarme y ella seguía hechada lamiendose, me puse un short y mi camiseta para abrirle la puerta a karamelo, ella siguío su camino pero yo esa noche me cené una puchota inchada y deliciosa.