1. Luis, Jacobo y un verano 03 Jacobo y yo experimentamos


    Fecha: 02/10/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    Me había dejado el recto lleno de leche y había sido…, ¿cómo decirlo? ¡Un milagro! ¡Qué follada Dios mío! Miraba como gozaba mientras entraba en mí, como mordía sus labios pleno de gozo y resplandecía su cara como si se tratara de un ángel, moreno sí pero un hermoso ángel obrero del campo. Aquello no era igual a las folladas de Bruno, no era una follada vulgar, era Amor. No quiero decir que mi primo lo haga mal, en realidad lo hace muy bien y yo se lo agradezco, muchas veces cuando le pido que me folle el culo se que lo hace al ver mi necesidad de tener una verga metida dentro, pero era solamente eso: Follar. Se clavó en mi y se quedo quieto, buscando mis reacciones en los gestos de mi cara, solamente cuando le sonreí alegre y contento de sentirme lleno comenzó a bombear muy despacio. Se cansaba de soportar su peso en sus fuertes brazos y apoyaba su pecho sobre el mío para descansar un momento. Abrazaba sus anchos hombros acariciando sus caderas, pasando mis manos por él una y otra vez, por la dureza de su pecho, por las dunas de su vientre. -¡Julio!, ¡Julio querido!, soy tan feliz, tú me haces serlo. –entonces me besaba delicadamente ofreciéndome su legua para que se la chupara y mordiera. -¡Te quiero! ¡Te quiero tanto que parece que vas a hacer que me muera! Puede que parezca ridículo, patético y hasta cursi, pero me sentía así aplastado por su peso. Después de descansar un momento volvía a sostenerse sobre sus brazos para volver a entrar y salir de mi culo, a veces muy ...
    ... rápido y una de ellas, sin tocarme, sentí un profundo escalofrío que arrancaba de mi ano, pasaba por mis testículos hasta llegar a mi cerebro. -¡Me voy, me voy cariño! –abracé fuerte su espalda sin dejar que se moviera y comencé a eyacular semen sobre mi vientre, bajo mis piernas que le estrangulaban el cuello y no dejaba de temblar subiendo mis caderas para rozarme con su verga. Quedé rendido, exhausto y a partir de ahí dejé que me colocara como él quisiera, boca abajo, de costado, montado sobre él, me folló de mis maneras, hasta que al fin explosionó y regó mi intestino con su simiente, me masturbe ligeramente y vertí mi esperma sobre la cama sin darme cuenta. Quedó montado sobre mi pegado su pecho a mi espalda, rendido y sudoroso y aun me besaba con tiernos besos en el cuello. Su polla se deslizó y se dejó caer sobre la cama mientras yo permanecía de rodillas, con el culo alto para evitar que saliera su leche de mi culo y manchara más sus sábanas. -Julio, dame algo para limpiarme, mañana tu tía te mata al ver cómo le hemos dejado la cama. –no pude contener la risa, tampoco él y sentí resbalar su esperma por mis muslos. Habían pasado las horas, mañana yo tendría tiempo para estar tumbado descansando, Julio tenía que ir al trabajo con su tío y no era una labor descansada, por ese motivo estaba tan desarrollado y tan fuerte. La noche aún era larga y no quería dejarle. Ronroneaba con mi cabeza sobre su pecho, satisfecho, encantado, mi rodilla encima de su polla para protegerla y ...
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