Ricitos de oro y los 3 osos - Relatos Eróticos

Ricitos de oro y los 3 osos

Fue en una calidad primavera cuando Ricitos de oro se perdió en el bosque. Asustada y desesperada se metió a una cabaña que estaba en el medio del bosque. 
Cuando entró escuchó voces y pensó en pedir ayuda. Fue hacia la habitación de dónde provenían las voces pero lo que vio la impactó. Habían tres enormes osos desnudos fornicando. 
—Anda! Abre bien la boca gordito—dijo el oso más grande que trataba de meter su inmenso miembro por la boca de un oso más pequeño que él. 
Risito sintió una extraña sensación en su entrepierna al ver aquella escena. No estaba segura si lo que estaba sintiendo era por ver el enorme miembro del oso o porque el otro oso se le estaba chupando. 
—Vamos, No seas tan brusco con él—dijo otro oso que no era tan grande como el primero pero tampoco era tan pequeño como el que estaba arrodillado chupando el miembro del oso más grande—. Sabes que tú verga no va a entrar por ahí, es demasiado gruesa. 
La diferencia entre los tres osos era la siguiente: el primero y al parecer el dominante era mucho más grande musculoso y de pelaje negro. El segundo de tamaño mediano tenía el pelaje Pardo y una erección al igual que los otros dos. Y el tercero el más pequeño era un oso blanco y gordito, cuando ricitos de oro vio su culo notó que era grande y redondo, a la muchacha de unos 15 años le hubiera gustado hundir la cara entre esas nalgas gordas y peludas y lamer la entrada del oso más pequeño. 
Este pensamiento la ruborizó justo cuando el oso mediano se dirigía ...

... hacia la puerta donde estaba ella. La niña se escondió de inmediato en un desván y ahí se quedó. A través de las rendijas de la puerta bella como los tres osos caminaban por toda la casa completamente desnudos y con los miembros duros y babeantes. La boca de ricitos también babeaba al ver balanzarse aquellas falos peludos y largos. Se preguntó a qué sabrían. 
Pasó el día y la pobre muchacha se durmió en el desván. 
*** 
Angus, Fermus y Hamish se llamaban los tres osos. Fermus el oso mediano encontró a la muchacha y llamó a los otros dos. 
—Quien es ella?— pregunto Angus, el oso mayor. 
—No lo sé pero no debe estar cómoda ahí—dijo Fermus, el oso del medio. 
Se la llevaron a la cama de Hamish, el oso menor para que duerma mejor. 
—No es justo—se quejó Hamish—, dónde dormiré yo? 
—Con ella. 
—Pero yo no quiero! 
—Te la podrás coger si quieres—dijo Angus. 
Entonces Hamish se emocionó y salto a la cama con la chica. Primero le levantó la falda y luego le bajó las bragas. Comenzó a lamer la vagina de la muchacha y a meterle dos dedos mientras lo hacía. Despacio se paró los labios de la vagina y metió la lengua tan profundo como pudo. La lengua del oso gordito llegó muy al fondo pues los osos tienen lenguas largas. 
Angus y Fermish les gustó lo que veían y comenzaron a masturbarse y besarse mientras veían como el oso menor le abría las piernas y unía sus peludas caderas con las lampiñas caderas de la chica. El cuerpo de ricitos de oro se estremeció cuando el miembro de El ...