Lo que me perdí - Relatos Eróticos

Lo que me perdí

Tenía 15 años cuando tuve mi primer novio. Era un chico magnífico. Tomó una foto mía y la dibujo para un cuadro. Pasados unos meses (era 1967) quiso tener sexo conmigo. Yo le dije que era muy pronto. Que yo lo amaba pero que no estaba preparada para ir a coger a su casa. Además tenía un miedo único a mis padres y a que me pasara algo. Mi madre nunca me había hablado de sexo y estaba aterrorizada. Pasaron dos meses más (y ya iban 9 meses de noviazgo) me pidió que por lo menos lo acompañe a la y le haga una paja. Que él no me iba a tocar, ni siquiera a desvestir. Solamente besos como los que nos dábamos. Eso me horrorizó mucho más y aunque me moría por quedarmelo, le dije que hasta aca llegaba mi amor (cosa que lamento hasta hoy que estoy por cumplir 71 años).
Al poco tiempo una amiga me presentó a un universitario (yo ya estaba terminando la secundaria y él en la Facultad de Medicina. A las seis semanas de conocernos ya había invadido mis tetas y me besaba fuertemente. A los tres meses cuando cumplí 18 años me llevó a un hotel alojamiento y me desnudó íntegra, pero solamente me llenó de semen los muslos pues no dejé penetrarme. 
Y así semana tras semana me llenaba de semen las tetas, el culo (sin abrirlo), el ombligo, y a los seis meses yo se la estaba mamando y al poco tiempo tragando su semen. Cuando llegamos a los nueve meses de novios me desvirgó prácticamente sin que yo me diera cuenta y empecé a llorar. Me dijo que ahora era su mujer y que le tenía que hacer caso en ...

... todo lo que me pedía. 
Y me regaló un reloj muy importante para mi cumple de 19 años. Dijo que era la primera vez que se cogía una virgen. Después quiso seguir cogiendo conmigo dos o tres veces por semana, pero yo no podía pues estudiaba y trabajaba en una oficina ocho horas diarias y sábados también. Se puso furioso. De pronto tuvieron que operarme de urgencia de apendicitis y mientras estaba en el sanatorio internada, vino un día, se subió a la cama e intentó violarme y justo llegó mi abuela que lo echó a patadas del lugar. Esa fue la última vez que lo ví. (hasta muchos años después). Al mes mi amiga que me veía muy triste me presentó al que es hoy mi marido.  A este le dije que no quería mantener relaciones sexuales, pero a los dos meses ya estaba explorando con sus dedos mi conchita. Jugamos a tener sexo (sin penetración) durante muchos meses y un día acostados en un parque de Buenos Aires nos agarró la policía y él los convenció con dinero para que no me violen. Un policía le  decía al otro: "Está linda la gordita, mirale los labios a la conchita que tiene". A partir de ahí mi novio me llevaba a un hotel, pero penetrarme. Me respetaba lo que yo le pedí. Hasta que cumplí 21 años y yo le pedí que me cogiera. Que lo necesitaba. El pobre hasta el día de hoy no supo que no era virgen y yo lo convencí que me desangré cuando me caí un día en la Costanera. Y con él cogíamos una o dos veces durante la semana y los sábados y domingos, hasta que nos casamos. Después ya es otra ...