Mirando crecer a Thiago - Relatos Eróticos

Mirando crecer a Thiago

Soy mamá de un varón de 15 y una nena de 9, y los veo crecer a diario pero el varón está enorme. Más alto que su papá y se nota que aún va a crecer un poco más
Hace un tiempo que al ver uno de sus amigos tome conciencia que ya no son niños, sino hombres jóvenes.Matias tiene barba que se afeita y bigote finito que deja crecer. Tomi fuma, y así cada quien.
Thiago es lampiño todavía y puede que lo sea de grande porque mi marido no es muy peludo pero sus piernas tienen unos pelos largos y en calzoncillos dentro de la casa he notado que se le marca el bulto y los pelos le suben por el vientre.
Mi esposo había llevado a la nena al parque un rato y me quedé preparando la torta para mi suegra que cumple en dos días.
Estaba concentrada hasta que me di cuenta que Thiago y Vale, su novia, estaban en su pieza en llamativo silencio.
Me acerque a su puerta cerrada, y pegando la oreja pude escuchar unos gemidos apagados, que me resultaron muy evidentes.
Busqué la manera de espiar ya que la llave estaba puesta por dentro y no me dejó mirar por la cerradura y subida a un banquito podía mirar por una ventana para adentro.
Tal lo imaginé, estaban cojiendo como conejos
Todos ...

... junto me vino, que es chico, que ella es puta, que tenía que parar eso y lo que piensa una mamá cuando su hijo se pone grande... 
Justo Thiago saco la pija afuera y se la dió a chupar y casi me desmayé
20 cms de poronga dura que esa nena se comía con justa razón. Se veía deliciosa. Brillando y durísima no le cabía en la boca y la ahogaba un poco
La puso en cuatro y de atrás le chupó el culo a la novia y se la fue metiendo despacio 
Las caras que ella hacía, decían muy claro que la estaba abriendo al máximo pero no se movía.
Mirando esa cojida por el culo me empezó a picar a mi y ni mano encontró la humedad que me brotaba.
Me había calentado mirando la pija de mi hijo que ya se la metía y sacaba despacio sin pausas y hasta el fondo.
Me tuve bajar del banquito por qué ya me estaba dando una flor de paja y sabía que iba a acabar. Así fue. Solté un par de chorros y me sentí floja de piernas 
Cuando me recupere, volví a espiar y ahora era ella que lo cabalgaba en éxtasis y acababan los dos 
Volví a ver esa semejante pija ahora cubierta de las acabadas que salía sin achicarse mucho.
Moría de ganas de limpiarla con la boca.
Me recompuse y fui a terminar la torta