1. Me llenaron de leche estando embarazada


    Fecha: 20/07/2023, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: SophieSimmons, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... más ricas con cada mes —dijo el otro en mi espalda. Yo ya sentìa el palpitar duro de su verga que, para mi desgracia, parecía superior al promedio.
    
    —Si te portas bien con un pete nos conformamos —prometió el otro muchacho mientras seguía jugando con mis pechos. No podía ni articular palabra, así que simplemente cerré los ojos y dejé que pase lo que tenga que pasar.
    
    El que estaba a mis espaldas me desató las tiras de mi vestido y mis enormes y maternales senos salieron, siendo sostenidos por el sostén que estaba usando, el cuál también fue removido por esos dos malnacidos. Una de sus manos se coló por debajo de mi vestido y empezó a tocarme la concha, buscando mi clítoris, moviendo y removiendo mis labios vaginales en el proceso.
    
    —Ya estás mojadita, ¿eh, putita? Sí, obvio. Si te encanta la pija, sino no estarías embarazada y te vestirías así, para que todos vean esas tetas y ese orto todo rico.
    
    —¡Mirá cómo le sale la leche! Se nota que ya casi está por parir —dijo el otro. Me agarró uno de los pechos y empezó a succionarlo tan fuerte que sentía como la leche materna empezaba a fluir directo a su boca. Hacía los sonidos más indecentes: succionaba, gemía, lamía y golpeaba el pezón... Y yo sólo podia gemir, totalmente presa y a merced de esos dos malandras.
    
    El que estaba atrás mío siguió tocándome y tocándome, sobreexitando mi pobre clítoris, que con mis hormonas por el embarazo, sólo empeoraban mi situación.
    
    —¡Basta, basta por favor! —les pedí—. ¡Si no dejás ...
    ... de tocarme...!
    
    Fue demasiado tarde, porque un orgasmo como pocas veces sentí se hizo presente y dejé empapado todo el suelo.
    
    —Mirá como acabaste, putita hermosa. Parece que tu macho no te atiende bien —dijo el que estaba atrás mío—. Entonces, dejáme que te coja como lo merecés.
    
    Lo siguiente que sentí fue la enorme verga de ese muchacho, entrando en mí y arráncándome un gemido que rápidamente ahogado por su mano, diciéndome que baje la voz.
    
    Tenía su boca pegada a mi oído, lo escuchaba gemir, resoplar, mientras él seguía moviéndose dentro mío, haciendo que mis pechos salten descontrolados por todos lados, desparramando leche materna, y golpeándose uno contra el otro. El otro era espectador de todo ese espectáculo, mientras sacaba su pija y empezaba a masturbarse, viéndo todo lo que pasaba frente a sus ojos.
    
    —¡Dijiste que sólo se las tenía que chupar! —gemí mientras él me seguía cogiendo, cada vez con más ganas.
    
    —Ay, mami. Pasa que te vi tan necesitada que decidí que tenía que darte pija —me gimió en el oído. Y sí que me dio pija. Me dio con fuerza mientras todo en mi saltaba y él gemía cada vez más fuerte—. Ay, sí mamita. Te voy a hacer otro hijo, ya vas a ver. ¡Te hago uno!
    
    Y acabó dentro mío. Me llenó toda la concha de leche. Una leche que olía agria y maloliente. Todavía estaba unida a él, tratando de respirar cuando el otro se me acercó con la pija dura.
    
    —A ver, corréte. Me toca a mí.
    
    —No sabés esperar, ¿no? Qué cortamambos.
    
    Sentí como la verga ...