w) El huerto de papá
Fecha: 04/10/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Continuación de: El día a día
Davy, los niños y su cuidadora volvieron el último día de Agosto, ya estábamos todos en nuestros lugares para dar inicio a un nuevo año. Misha y Tuan volvían más fuertes, en el trato con los otros muchachos eran más atrevidos y diferentes, me dio la impresión de que el pequeño y delgado Misha, había cogido algún kilo de peso, su estancia en el campo había sido provechosa.
Seguramente este era unos de los mejores veranos que habían pasado. Miguel Ángel y Érico eran los más fuertes y no teníamos que preocuparnos de ellos en ese sentido, se les veía saludables, su desarrollo era perfecto, en lo emocional y en el físico. Tomaba buena nota de todas mis impresiones, y con las que sacara de mis charlas con Davy y la señora Lara tenía que hacer el informe para los consulados.
Habían llegado a la mañana y cuando llegué al trabajo estaban ya instalados, jugando fútbol en la cacha con Guay corriendo tras ellos. Davy ya no usaba el bastón y estaba a su lado, con ellos, después de saludarlos los dejamos al cuidado de Lara, teníamos que revisar muchos asuntos pendientes para que él decidiera.
Al llegar al despacho me sujetó por detrás abrazándome el abdomen, me revolví y me miré en sus ojos, me sujetó firmemente para besarme la boca.
-Quiero llenarte la tripita de polla antes de trabajar. –sentía su excitación y la dureza de su verga apretando contra mi abdomen, atravesamos la casa para ir a su dormitorio y recibir allí una follada increíble, ...
... su verga me llenaba como siempre y la leche con la que me regó el vientre no cabía en mi, salía resbalando por su verga mientras continuaba vaciándose. Resulto todo muy rápido por las ganas que Davy tenía, pero delicioso. Cuando se repuso, en pocos minutos, volvió montarse en mi espalda y a follarme deliciosamente, así otras dos veces más en distintas posiciones hasta que se sintió satisfecho y a mi me dejó rendido.
Las clases habían comenzado, papá había vuelto al trabajo en la fábrica y su huerto, este trimestre lo veía complicado para compaginar mis obligaciones, dos días de la semana tenía clases a la tarde y tenía que estar cambiando continuamente mis horarios.
También había otra buena noticia, Noa, nuestra amiga se casaba, formalizaba su relación para que su hijo tuviera un padre cuando llegara, los niños parece que no quieren salir de sus refugios en el vientre de sus madres, pero la curiosidad les lanza a la vida en nueve meses.
Estaba en casa cuando papá llegó del trabajo, prácticamente tenía preparada la comida para los dos, el resto llegaría más tarde pero ya habrían comido, hacía mucho calor a pesar de estar finalizando el verano, como un día de canícula en el centro del estío.
Miraba como mi padre se bañaba en el huerto, dejando caer el agua de la manguera de goma sobre él, y como los pelos del cuerpo se le pegaban a la piel, aún no se le había igualado el vello de la pierna que le afeitaron con el resto de la piel.
Con sus cuarenta y dos años podía ...