Fantasía compartida - Relatos Eróticos

Fantasía compartida

Hace unos meses después de una serie de encuentros a escondidas empecé a cojer con mí prima (hija de la hermana de mí mamá) Karen, que tiene el mejor culo que he visto, es tan puta que te calienta solo verla, siempre está provocando aunque no se lo proponga, le encanta cojer en cualquier lugar, le produce excitación hacerlo con el riesgo de ser descubierta,les contare algunos de los lugares en los que hemos tenido sexo. En el baño de un bar ella apoyada en el lavatorio con la minifalda levantada y la tanguita corrida a un costado totalmente ensartada con mí pija. Una noche de fiesta familiar nos ofrecimos a ir a preparar la vajilla para el postre mientras el resto esperaba, me hizo una manada colosal, llenando su boca de leche y la más espectacular yendo de vacaciones familiares viajando de noche en colectivo con las luces apagadas y mientras la mayoría dormía se sentó sobre mí verga hasta perderla en su caliente vagina. Lo más excitante llego cuando me propuso hacernos pasar por matrimonio para ir a una fiesta swinger cuando estábamos de vacaciones. Les dijimos a todos que nos habían invitado a un boliche unos amigos y nos fuimos a un club swinger, nos preguntaban cuánto hacía que estábamos casados, quien había decidido ir allí y lo más destacado todos asombrados con ese hipnótico culo que enfundado ...

... en las calzas más provocativas resaltaba. Después de todo lo social y de un poco de alcohol lo más parecido a una orgía empezó a ocurrir, empezamos a cojer y al rato teníamos un par de parejas queriendo entrar en el juego, Karen se metía mí pija en la boca hasta ahogarse para después dejar que la penetre por dónde se me ocurra, era una máquina sexual, la pareja que más se acercó fue cuando yo la tenía puesta hasta el fondo en su prodigioso culo, el hombre pija en mano empezó a acercarla a la boca de Karen que empezó a devorarla, la esposa una morena culona hermosa empezó a acariciarme, saque la verga y empezamos a besarnos entrelazando las lenguas levanté su ajustado vestido y llevaba una tanga diminuta la corrí, le chupe la concha desesperadamente mientras gemia ruidosamente. Karen estaba con la pija nueva absolutamente clavada, mientras Sonia comenzó a chupar la verga como una profesional hasta que después de un rato la coji por la vagina y el culo, el marido de Sonia me llama y me dice acabemos juntos. Sentamos a las dos mujeres en un sillón y mientras mamaban llenamos sus sensuales bocas de leche, fue magnífico, tragaron todo. Prometiendo volver a encontrarnos nos separamos, todavía creen que somos matrimonio. Les dejo unas fotitos de Karen, la próxima obtendré algunas de Sonia para que las vean.