1. La Borrachera


    Fecha: 04/10/2018, Categorías: Gays Autor: Pidroso, Fuente: SexoSinTabues

    Era Viernes y Jordi acababa de cumplir sus diecisiete años. Lo iba a celebrar con los colegas a lo grande. Era hijo único y sus padres eran extremadamente severos, lo que se traducía en no permitirle llegar más tarde de las diez de la noche a casa, a las once en los meses de verano. Por eso nunca se quedaba a los finales de las fiestas con sus colegas, y por si fuese poco, siempre que llegaba a casa lo supervisaban por si había bebido alcohol o fumado. Pero este año su cumple sería diferente. Su padre había sido enviado ese mismo miércoles a un viaje de trabajo fuera del país, y como volvía en una semana su madre lo acompañaba para hacer turismo. Se quedo a cargo de su tía Lucía, que era bastante menos carca que sus padres y le permitió salir el día de su cumpleaños sin hora de llegada. Lo único obligatorio era que estuviese en casa al día siguiente cuando ella se levantase. Estaba emocionado después de cena, y tras darle dos besos a su tía y al novio de ésta que había venido a cenar se fue super sonriente a la calle. Habían quedado en un parque del centro para hacer botellón y después ir a bailar a alguna disco de moda. Se lo estaba pasando de puta madre, y entre lo que bebía y el ligoteo con las chavalas de su edad el tiempo fue pasándose super rápido. Consiguieron entrar en una disco, en la única que no les pidieron el carnet, y al rato estaba morreándose con una chica en los sillones. Era la primera vez que se enrollaba con alguna en una disco y entre la desinhibición de ...
    ... haber bebido y que tenía las hormonas revolucionadas intentaba palparla por todos lados mientras le comía la boca. No era la primera tía con la que se enrollaba. No tenía problemas para ligar, bien fuese en el Instituto o cuando salía. Era un chavalín muy mono, rubito y de ojos azules. Ya medía un metro setenta y ocho y estaba fibradete porque hacía piragüismo un par de veces a la semana. “Que putada” pensó cuando estaba ya con su mano por debajo del suéter de la muchacha y apareció una colega de ésta para llevársela, se conoce que también tenían hora de llegada a casa. La chica se despidió de él con un beso y le dijo que se verían la semana siguiente en esa misma disco. Él sabía que ya no la vería, porque la próxima semana volverían a estar sus padres, los gendarmes controladores de su existencia. Buscó a sus colegas para seguir de cachondeo pero al ver que también estaban en la zona de sofás magreando a sus ligues decidió ir a pedirse otro cubata. En la barra se le presentaron un par de chicos mayores que él, ¡ya eran universitarios!. Uno era Moreno, más bajo que él y el otro era Mulato, un poco más alto que él. Estuvieron hablando de como lo había dejado la chavala con la que se estaba enrollando y de deportes. Le invitaron al cubata y a tres rondas de chupitos de tequila. Parecían enrollados, por eso salió con ellos a fumarse un cigarro. Ya fuera de la disco ellos se liaron un porro y fueron pasándoselo. Jordi estaba bastante mareado y la vista se le nublaba en ocasiones. ...
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