Tres maduras fogosas
Fecha: 01/08/2017,
Categorías:
Intercambios
Autor: tajin, Fuente: CuentoRelatos
... después.
Volví a venirme ahora en el culo de Matilde. Me incorporé, ayudé a Matilde a incorporarse, serví tragos para los tres y Matilde se quedó con nosotros, bailando, hablando, tocándonos, hasta que nos rindió el sueño.
- ¡Arriba que ya amaneció! escuché, abrí los ojos y vi a Renata que estaba de pie frente a nosotros, una falda larga, amplia y una camiseta sin mangas dejando ver un pequeño bra con encaje. Nosotros sentados en el sillón, en pelotas y con las piernas abiertas, Matilde con el vestido hasta la cintura y las tetas al aire.
Me levanté, ayudé a Matilde y a Ricardo a levantarse. Pensé que había terminado la magia de la noche anterior, pero no fue así.
Salió Carolina de su cuarto, enfundada en unos jeans ajustados, botas y un pequeño chaleco cerrado que levantaba aún más sus tetas. Pude apreciar que eran realmente hermosas y con unos cueros magníficos.
- A bañarse que el día es largo.
Matilde nos llevó empujando al baño y nos metimos los tres, entre las risas de Renata y de Carolina.
En la ducha, Renata se hincó para prenderse a mi verga, mientras Ricardo se la metía por la concha, le pedí a Ricardo que cambiáramos, le puse la verga en la concha a Matilde y finalmente me vine en una concha. Salimos del baño, nos pusimos la misma ropa y Matilde entró a uno de los cuartos, salió enfundada en un juego de pants blancos ajustados que la hacían ver buenísima, sabía que lo mejor de ella era su culo y le sacaba partido dejando entrever una tanga ...
... que estaba completamente metida entre sus nalgas.
Desayunamos entre las bromas de Renata y Carolina sobre la cogida que le habíamos puesto a Matilde e hicimos planes para ese y los otros días.
Salimos nuevamente al pueblo, fuimos a cambiarnos al hotel y por la tarde regresamos a la casa de las chicas. Entretanto nos enteramos que Renata tenía 47 años, Carolina 56 y Matilde 39, eran socias de una empresa que vendía autopartes y nunca habían hecho lo que hicimos la noche anterior.
Ricardo y yo estábamos decididos a seguir cogiendo con las tres hasta el último día y así fue, como no había exclusividad, esa misma noche Ricardo llevó a Renata a su cuarto y salió hasta la mañana del día siguiente, dejándome con Carolina y Matilde que parecía infatigable, probé la concha y el culo de las dos, viniéndome en ellas hasta que caí rendido, despertamos en la cama de Carolina y en cuanto abrimos los ojos Matilde se prendió a mi verga dándome una mamada profesional. No era posible pensé, esta mujer es una máquina.
Con Ricardo acordé que nos cogeríamos los dos a Renata como lo hicimos con Matilde y así ocurrió el sábado, les propusimos pedir comida para no salir y pasar el día entero encerrados, a Matilde y a Renata les pareció buena la idea, Carolina decidió salir sola y nos quedamos los cuatro.
En cuanto se fue Carolina, le propuse a Renata que nos bañáramos juntos, en la ducha probé todos sus orificios viniéndome sólo en su boca. Salimos de la ducha y nos quedamos en ropa ...