1. Lolita sirvienta caliente


    Fecha: 17/08/2023, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Rockero, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    La sirvienta caliente 
    
    Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
    Esta experiencia fue unica, de las mejores de mi vida. Casado con una mujer excelente, hubo necesidad de contratar a una empleada para las labores domesticas y cuidara al niño. Habiamos tardado en encontrar a la candidata idonea. Mi mujer la hallo. Al entrar ese dia con ella a la casa, quede impactado con la chiquilla, que nada tenia de provinciana ni tenia facha de sirvienta. Delgada, cara fina, bella, tetas prominentes, boca carnosa, morena, pelo largo que le caia sobre en los senos, piernas torneadas, apetecibles, mordibles. Unas nalgas primorosas, paraditas, duras -esto despues lo comprobe–. 
    
    Quede desde el primer instante deseandola. Siempre habia tenido como fantasia, el deseo de contratar a una sirvienta bella, provinciana y andarmela cogiendo. Se me cumplio. En los siguientes dias de plano me enloquecio, estaba obsesionado en llevarmela a la cama. Pero con mi mujer casi siempre en casa, ¿como le haria? 
    
    Paso un mes, la chiquilla era desquiciante, se vestia muy atrevida para salir, minifaldas, pantalones entallados, escotes que dejaban ver gran parte de su grande, sabroso busto, unos pezones que se le dibujaban bajo la blusa apretada y que se le notaban paraditos, prestos para una gran mamada. Ella era muy alegre, risueña. En casa se ponia tops, pantaloncitos cortos, minifaldas, siempre mostrando las bien formadas piernas o gran parte de esas tetas sensacionales que de ...
    ... inmediato me ponian tieso el pene. 
    
    En cuestion de unos dias comenzamos a llevarnos muy bien, a tutearnos, no parecia una relacion patron-empleada, surgio la amistad, la enorme atraccion. Yo solia masturbarme, con su imagen, en su habitacion cuando ella salia a la calle. Y depositaba mi semen en sus diminutas tangas, que sacaba de su armario, me corria en sus medias, mezclaba mi esperma en su crema facial, en su crema para quitar maquillaje, para que al ponersela se embadurnara de mi leche. 
    
    En la noche tomamos por costumbre jugar naipes ella mi esposa y yo. Y, casi siempre –ella con minifalda y yo en sandalias–, comenzaba a tocar sus piernas, sus apetecibles muslos con mis pies, hurgaba mas alla hasta llegar a su nidito, casi le introducia el dedo gordo del pie por encima de sus humedas tangas, que a veces apartaba para acariciarle la vagina. 
    
    Ella no protestaba, al contrario, parecia disfrutar con ese furtivo juego erotico, todo, sin que mi mujer se diera cuenta Al cabo de un mes fue mi propia esposa el conducto que propicio todo: ella no tenia en sus dias de descanso amigas para pasear o ir al cine. 
    
    Esa ocasion mi mujer insistio: "acompaña a Lolita al cine, quiere ver esa pelicula, no sabe andar en la ciudad y se puede perder. Por mi no hay problema, diviertanse". Ni tardo ni perezoso accedi. Ya en la sala cinematografica elegi el momento mas romantico -era un musical-para besarla apasionadamente, mordi sus labios, succione su lengua, la aprete contra mi. Ambos ...
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