recuperamos la pareja con un trio
Fecha: 06/10/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Nuestro matrimonio, había perdido, después de veinte años la pasión, la lujuria, que nos habìa caracterizado en los primeros años, mi esposa tiene en la actualidad 48 años, diez menos que yo, tenemos dos hijos de veinte y dieciséis años y como decía al principio, éramos una pareja explosiva, teníamos sexo en cualquier lugar de la casa, escaleras, baño, patio, `piscina, en el auto dentro del garaje y siempre fojoniándonos con fantasías que nunca, después cumplíamos, pero nos fuimos apagando y ya nuestro sexo era rutinario, como para cumplir solamente. Asì que un dia, solos, sin niños, lo charlamos y resolvimos, para bien o para mal, irnos a un club swinger, en la Capital, cerca de nuestra casa. , así que un sábado, dejamos a los chiquitos con la sra. que nos ayudaba en la casa y nos fuimos,, estábamos alegres, en el viaje, Maria me pidió que si se desbocaba, la parara, la cuidara, a lo que accedí lógicamente, bueno llegamos, guardamos el auto y entramos, nos recibió Marta, que nos mostró el lugar y dispuso todo para que lo pasáramos bomba, explicándonos las reglas del lugar, respecto absoluto. Estábamos algo tensos, al principio, pero después la música, el ambiente y la copa de sidra que nos estábamos tomando, sirvieron para que nos relajemos, fuimos a bailar y decidimos que si aparecía alguien veríamos hasta donde llegábamos. Cuando volvimos a sentarnos, se me aceró, un muchacho, joven de unos treinta y pico de años, rubión, bien vestido y nos pusimos a conversar ...
... amablemente, después de un rato, se sentó junto a nosotros, pedimos tres copas mas de sidra, brindamos, la charla era amena y de pronto, le pide a mi esposa, si quería bailar con el, María me mira y yo le digo "si, vayan, no hay drama, yo me voy al baño mientras", se fueron, mi esposa estaba bellísima, es flacucha, morocha, con clarítos, tetas grandes y coronadas con dos pezones oscuros y grandes, cintura pequeña y una cola rica y paradíta, estaba con un vestido verde con breteles finitos lo que dejaba gran parte de su espalda lindisima. En realidad, yo, lo que quería era ver como se comportaba sinó me veía, me calentaba ya verla bailar y reírse con otro hombre, mas joven y bastante pintón, con una camisa abierta y mostrando sus pelos en el pecho, así que me fui a fumar un cigarrillo a una patiecito y de allí los veia, a pesar de la penumbra y lo demás, me lo imaginaba, se reían, bailaban cada vez mas apretaditos, cara con cara, mi esposa le pasó los brazos por alrededor del cuello y el la sostenía de las caderas y la cintura, evidentemente ella estaba a gusto, y el tipo también, volví a mi sillón y después de un rato volvieron ellos y como Maria tenia ganas de fumar, volvimos al patiecito, Mario se alejó, pero al ratito vino con unas copas de sidra, mi mujer estaba, alegre y muy cachonda, cuando hubimos tirado los cigarrillos, Mario, amablemente le ofreció una pitada del suyo, así, que el le ponía el cigarrillo en la boca y rozaba sus labios con sus dedos, luego pasó a ofrecerle un ...