1. Viaje de pesca con mi primo VII


    Fecha: 02/08/2017, Categorías: Gays Autor: Tinchoxxx, Fuente: SexoSinTabues

    ... Esta re bueno. Subí a la cama, el subió de la misma forma sus piernas y las volvió a abrir como antes y ahí vi que su cara quedaba a no mas de 15 cms. de su pijita. Eso me encantó, porque mientras le hundía mi lengua lo miraba a los ajos y podía ver como gozaba. Estábamos gozando como locos, el con mi lengua en su culito y yo con su carita desencajada. Esa imagen me vuelve a mi mente aún hoy y me llena de felicidad. Cuando mi lengua ya estaba al borde del calambre y su cola parecía una fruta recién cortada al medio, posó su cabeza sobre la almohada y soltó sus piernas. - Que pasó, no querés que sigamos??. – pregunté. - Siiiii, sigamos ¡!! Me recosté a su lado, lo besé tiernamente, lo acaricié, hasta que puso su mano sobre mi cabeza y se acercó a mi oido para decirme. - Cogeme. - En serio?? - Si, dale. - En serio querés que yo te la meta??? Se separó de mi, se colocó en la misma posición de antes, abriendo su culito al máximo. Me coloque entre sus piernas y apunte mi verga a su agujerito, coloqué un poco de saliva en mi cabecita, la arrimé y le pedí que se coloque su boxer sobre su boca para que si le doliá no fuera a gritar. Lo hizo y me acomodé nuevamente, acerque la punta, presioné un poquito y sus ojos se abrieron apenas, la saqué, puse mas saliva, la arrimé mas, volví a presionar y esta vez entró hasta la mitad, que apretado estaba. Los ojos de Ale estaban como platos. - Te duele mucho??. - Mmmmmhhh. - Respondió - Querés que te la saque??? A eso contestó negando con ...
    ... su cabeza y sin separar su mirada de la mía. Acerqué mi boca a la suya, metí mi lengua en su boca y al esta así pegado nuestros labios, se la enterre hasta los huevos. Un gritito ahogado le salió y me apretó contra si como si quisiera que meta todo mi cuerpo dentro de el. Eso me aceleró, pasé mis brazo por debajo de sus axilas, lo tomé de los hombros y lo comencé a coger, primero suavemente, luego mas fuerte y cada vez mas y mas. La cama era del tipo somier, así que era cero crujido o ruidos sospechosos, mas aún porque al ser niños, nuestro peso no era demasiado así que no se escuchaba nada. Mas lo bombeaba y mas me apretaba el, golpeaba su cola como si fuera la última vez en la vida, con desesperación, tanto que en un momento de respiro, me dijo. - Pará, pará!!! - bueno, te la saco, perdoname. - No, no, no la saques, es que se me cansan las piernas, pará, me pongo al reves. - De perrito?? - Aja, queres?? - Dale. Se colocó en cuatro patitas, abrió la cola y me dejó entrar otra vez, con un pequeño suspiro entre dolor y placer. Esta vez no hubo preparación, fue poner la cabecita en la entrada, empujar una sola vez y sentir como entraba, apretadito, húmedo, muy rico. Lo monté como nunca había pensado ni imaginado hacerlo, mi hermanito me estaba regalando su cola. Ninguno de los dos teníamos idea que aquello era incesto, algo prohibido, solo disfrutábamos de nuestro lado animal. Lo penetré cuanto quise y quiso, despacito a veces cuando me cansaba y acelerando el ritmo cuando ...