Patricia, recibe lo que no se imaginaba
Fecha: 11/10/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
Me había quedado dormida en el hidromasaje después del húmedo beso que me dio mi madre y de igual forma me despertó.
Al mismo tiempo que acarició mi cara me dijo: “Despertarte bella durmiente”, ahí me di cuenta que me había relajado y dormido.
Mi madre tenía puesto un vestido floreado, bien pegado a su cuerpo, que resaltaba sus grandes tetas y su exuberante culo y, dada su exigua longitud, sus bien torneadas piernas.
Cuando se agachó, para tomarme de la cintura a fin de hacerme salir del agua, me di cuenta que si algo no tenía era corpiño. Ver casi completamente sus tetas me dio ganas de besarlas. Ella pareció darse cuenta pues me dijo: “Después de secarte iremos a mi cama y chuparas mis tetas”; eso me terminó de despertar y ayude a que mi madre me sacase del hidromasaje.
Una vez fuera, me secó con una gran delicadeza todo el cuerpo, pero haciendo hincapié en mis tetas, culo y vagina.
Terminado eso me dijo: ahora tendrá una sorpresa, y vendándome los ojos me llevo a su cuarto, algo de lo que me di cuenta, no solo por la distancia que recorrimos sino también por el tamaño del lecho en el cual me acostó.
Ella se acostó a mi lado comenzó a besar mis tetas, se entretenía en chupar mis pezones y apretarlos con una suave mordida cada vez que llegaba a su cúspide.
Lo sentía muy rico por lo que no sude en empezar a masturbarme. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, tomo mi mano y la llevó a su argolla. Note que tenía aun el vestido, por lo que le pedí que se ...
... lo sacase.; eso hizo y también se sacó la bombacha, la que colocó en mi boca.
Yo la saboreé y le dije: “Que rico es el sabor de tu concha”; entonces me dijo que se las chupe. No me negué en lo absoluto y bajando hasta su entrepierna comencé a chuparle la concha.
Me gusta su vagina pues la tiene totalmente depilada y su gran clítoris, que parece un pequeño pene me encanta pues lo puedo poner totalmente en mi boca y sentir como vibra con cada suave mordida que le doy.
No obstante eso, y sabiendo que le gusta el sexo anal, no solo le succiono el clítoris sino que hago que mi lengua se introduzca en su vagina y luego de recorrer totalmente sus paredes se escurra hasta su culo lengüeteando su ano.
Siento como sus piernas se acomodan sobre mis hombros, permitiéndome ingresar totalmente mi lengua en su ano.
En un dado momento en que estoy mamando, su clítoris, ese micro pene, que tiene siento que acaba pues moja totalmente mi rostro. Intento sacarme el pañuelo con el que me tapo los ojos, pero me lo impide, al tiempo que dice: “Mario, ¡Aprovecha ese culo”.
Siento la punta de la verga de mi hermano apretándome el esfínter anal, y como se va introduciendo por mi recto sin problemas; supongo que por la relajación que me produjo el baño y por la calentura que llevaba, casi no me dolió nada la intrusión de su verga en mi culo.
El me la metía y me la sacaba cada vez más rápido y yo la gozaba cada vez más y cada vez me acercaba más al orgasmo que me producía sentir su ...