Con mi amigo la cogimos por todos los agujeros a la infiel
Fecha: 26/09/2023,
Categorías:
Incesto
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... costaba pensar que tuviera más de 35 años. Una morocha tremenda. A la tarde, tuvimos un rescate y cuando volvíamos caminando las dos nos esperaban en la torre.
—Hola, les presento a Dana, una amiguita. Aquí está mi dirección, los esperamos a cenar, tipo 21. ¿Tienen ganas? Nos dijo con toda la doble intención posible.
—Por supuesto, que mejor que una buena comida a dos tremendas mujeres. Dije.
—¿Nos van a comer? Dijo Dana.
—No lo dudes. Dijo Martín.
—Te dije que eran geniales. Los esperamos.
Cuando fuimos, los dos de bermudas y remeras, Silvia nos abrió la puerta. Tenía un vestido mini, super ajustado que marcaba bien su cuerpo.
—Pasen muchachos. Ya baja Dana.
Entramos y nos sentamos en unos sillones. Cuando apareció Dana nos quedamos con la boca abierta. Tenía un vestido también mini, casi transparente, no tenía corpiño y en el cuello llevaba un collar de cuero con una argolla. Nos pusimos de pie para saludarla y nos partió la boca de un beso.
—Dana es mi amiguita… todo servicio. Pueden usarla como quieran.
—Por eso el collar. Dije.
—Exacto. Es la mujer de un amigo de mi marido, otro boludo. Se queda con la amante en Buenos Aires en vez de atender como se debe a su mujer. ¿Quieren una cerveza?
Los dos dijimos que sí y Silvia mando a Dana a buscarla.
—¿Cenamos ahora o después? Pregunto Silvia.
—Después, dijo Martín.
—Traigan las cervezas. Dana, arriba puta.
Subimos unas escaleras y llegamos al dormitorio. Silvia se desnudó por ...
... completo y le dijo Dana que se saque el vestido. Solo le quedo la tanga.
—Vamos a hacer entrar en calor a los muchachos. Chupame perra. Dijo Silvia y se acostó.
Dana no dudo en chuparle la concha con todo. Silvia gemía sin parar y enterraba la cabeza de la amiga en su concha. Fueron minuto y minutos de chupada. Sin que diga nada, nos desnudamos y nuestras pija estaba super duras.
—A tu lugar putita. Dijo Silvia y le dio un consolador a Dana, que se fue a sentar en una silla.
—Por favor ama, Dijo la amiga.
—Silencio. Muchachos, háganme mierda otra vez.
La pusimos a chupar nuestras pijas y estaba super excitada, nos chupaba y la miraba a Dana que chupaba el consolador y se tocaba con las piernas abiertas.
—Miren que putita, pero las cosas no son gratis en la vida, hay que ganárselas o pagarlas. Dijo Silvia para seguir chupando.
Con Martín nos miramos y nos alzamos de hombros. Esta vez fui yo quien se acostó en la cama y ella me montó. Nuevamente le costaba moverse, pero era tal su excitación que gimiendo con todo fue acelerando sus movimientos mientras Chupaba a mi amigo. Mire a Dana y estaba metiéndose el consolador en la concha y chupaba dos dedos. Su respiración era agitada.
Martin se puso detrás y se la metió en el culo sin piedad, hasta el fondo. Silvia dio un grito de dolor y vi como el cuerpo de Dana se estremecía por un orgasmo, pero no paraba de masturbarse. Lentamente los dos fuimos tomando velocidad, Silvia no paraba de gritar de placer y ...