El espejo mágico (Parte 3): Un orgasmo tras otro
Fecha: 05/10/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
La noche caía y solamente una luna llena combatía aquella oscuridad, Steven y yo nos refugiamos al abrigo de mi casa como si nada hubiera pasado, estaba tremendamente feliz, por fin habíamos hecho el amor aquel día en que el destino continuamente nos ponía a prueba, por fin me sentía bien con mi nueva vida, con mi nuevo cuerpo y ya no me encontraba perdida, Steven se había encargado de ello, había dado un nuevo sentido a mi vida, entiendo que puede sonar mal, pero así era, así me sentía y no solo por el sexo, sino por todas las sensaciones que estaba descubriendo con él y como si se tratase de una droga necesitaba más, necesitaba más de él.
Jaime, mi amigo del alma, con quien tantas tardes compartí, me había estado llamando y únicamente había recibido una respuesta por WhatsApp de mí, un escueto, todo está bien, volveré en una o dos semanas. La verdad que pensaba mucho en él y no como mi amigo, sino como algo más, pero que más… Me estaba volviendo loca, si aquí todos me conocían como Elena, si mi mundo aquí era Elena, si allí mis recuerdos y fotografías también eran de los de Elena, todo me hacía supones que también allí ¿no?, yo no sería el mejor amigo de Jaime, sino su mejor amiga, ¿qué tipo de amiga?, ¿nos habríamos acostado?, no, supongo que no o lo recordaría, pero, por otro lado, me quedaba la duda y tenía miedo, miedo a perderle, no sabía cuál era el sentimiento que me ataba a él ¿y el suyo?, ¿cuál sería?, ¿sería una más?, ¿una zorrita más como él decía?, o sería ...
... quien le haría sentar la cabeza, estas y más preguntas me asaltaban mientras me duchaba, mientras Steven esperaba pacientemente en el salón.
No sabía muy bien todavía como reaccionar en esta situación, me había bañado y puesto ropa limpia, un tanga negro y un pantaloncito de pijama corto con una camiseta muy amplia que caía hacia un lado dejando uno de mis hombros desnudo, Steven hizo lo mismo, deje que se duchara y le di una ropa de hombre que le quedaba como un guante, me resultaba conocida y supuse que seria de Jaime, éramos muy amigos y más o menos tenía la misma complexión, nuevamente mi cabeza se llenaba de historias aun sin confirmar, pero si no era de Jaime esa ropa, de quien entonces y si era de él ¿por qué la tenía yo allí? Una vez más las dudas me asaltaron hasta que le observe allí en el salón, llevaba puesto un pantalón corto y una camisa azul medio abotonada, realmente estaba guapísimo y olía como los ángeles.
Pedimos comida china a domicilio, cenamos muy acaramelados en el jardín junto a la piscina iluminada por las pequeñas farolas y una enorme luna llena que presidía el cielo aquella noche, nos contábamos historias graciosas de nuestras vidas, yo tenía que tener cuidado para cambiarles el sexo claro esta y en todas ellas salía mencionado Jaime, a lo que Steven me comento que si ese tal Jaime era mi novio porque se nos veía muy unidos, yo le explique que era algo más, que era como un hermano, pero algo en mí me decía que quizás yo ahora lo veía de otra ...