Laura y la habitación roja - Relatos Eróticos

Laura y la habitación roja

Laura es una treintañera, esbelta de pelo castaño recogido en una coleta que se balancea al andar al igual que sus pechos firmes que se sujetan en una camiseta blanca atada en un nudo sobre su ombligo, una gorra de beisbol la da un aspecto atlético mientras unos pantalones vaqueros cortos marcan su culo redondeado, perfecto y en forma de burbuja. Unas botas de montaña y unos preciosos ojos castaños le dan un aspecto jovial.

Es de noche y Laura entra en un club de swingers, busca a una chica asiática de la que ha oído hablar maravillas.

Al llegar se dirige a la recepcionista, una mujer de cuarenta y tantos, nada atractiva que está aburrida y fumando mientras mira su móvil

-Perdone, busco a una chica asiática no sé si hoy estará por aquí.

-Claro, como no, está aquí como todos los fines de semana… pues espera a que salga, dentro no se puede pasar sin ser cliente -murmura la recepcionista sin levantar la mirada

Laura se enfada, saca un par de billetes de 50 y los deja sobre la mesa

-mira que tengo prisa y es tarde -dice con impaciencia Laura

La recepcionista levanta la mirada, mira a Laura de arriba abajo, mira su cuerpo escultural, su larga coleta, sus labios carnosos, su cara de angelito, la recepcionista se muerde un labio, coge el dinero y se lo guarda.

-lo siento, no puede ser –dice la mujer volviendo a la revista

-¿perdona?

-si quieres puedes pasar como clienta

-¿qué?

-¡joder! eres sorda o que, que te desnudes y pases, pero aquí te ...

... tienes que dejas follar por cualquiera, ¿entendido?

Laura mira a la recepcionista con el ceño fruncido

-solo quiero hablar ¡joder! –dice Laura que cree que va a explotar.

-tu misma

Laura se enfada más,

-¡en fin! -piensa- entro rápido y llevo a la japonesa a un sitio a solas y listo.

Laura comienza a quitarse la ropa delante de la recepcionista, la mira enfadada.

Completamente desnuda, su cuerpo escultural brilla en mitad de la recepción

Laura tira su ropa encima de la mesa.

-¿así?

-¡joder que sí!, pasa guapa -dice la mujer mirando a la diosa que tiene delante

Laura pasa al interior, contonea su cuerpo, sus caderas, mientras la recepcionista la sigue con la mirada.

-¡que se haga una paja viéndome la puta vieja! -piensa Laura mientras se contonea al andar

Llega a un primer cuarto, ve como dos mujeres se besan mientras un joven con barba se masturba, ni se fijan en Laura. Laura continúa su camino, pasa por varios cuartos.

Por fin llega a una habitación pequeña, casi a oscuras y con las paredes cubiertas de azulejos rojos brillantes que resaltan en medio de la oscuridad.

Al entrar ve a una mujer de piel clara a cuatro patas, muy delgada, de pequeños pechos y culito plano, está mamándosela a un tipo gordo, al lado de él la que parece su esposa le acaricia el pecho al hombre mientras le murmura cosas al oído. La joven de piel clara se saca la polla de la boca y mira al gordo, le lanza un beso y continua mamando su polla, Laura ha podido ver ...