La esposa de mi amigo (9): Último día en el sur
Fecha: 10/11/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Artur0rey, Fuente: CuentoRelatos
... me miraba implorando ayuda mientras con disimulo quitaba uno de sus pies de dentro de la ropa interior. A la derecha Mariana le hablaba animadamente mientras miraba de más mi entrepierna, aproveché para acomodarme de manera ostentosa el bulto, lo que hizo ponerse colorada a la adolecente mientras desviaba la mirada hacia el techo en un movimiento coordinado con Susana, ella me alcanzó con la punta de su pie la tanga de encaje blanca y yo la metí en mi bolsillo. Mariana dijo que salía, me ofrecí a abrirle la puerta, salí con ella, charlamos unos 10 minutos, mientras sostenía la tanga de la madre en mi bolsillo. Cuando se estaba por ir, tire de su brazo para acercarla, le di un pico suave, ella sonriente metió sus labios dentro de su boca, su mirada pícara conjugada con esas pecas y su hombros levantados me hicieron sonreír, se acomodó el cabello y me ofreció la más grande sonrisa que pudo “Adiós sobrina postiza”. “Chau, tiito”.
Cuando entre de nuevo, a la izquierda de la mesa aún estaba ...
... Susana con su vestido blanco, parada muy derechita, tenía los ojos cerrados mientras respiraba profundamente. Sus manos estaban en su nuca, entretanto sus brazos temblaban por el esfuerzo. “¿Aprendiste la lección?” dije mientras me sentaba a disfrutar del espectáculo. Me miró suplicante “Si, papi, aprendí, puedo bajar los brazos por favor”, la mire mientras mentalmente contaba hasta 20. “Si, podes” la cara de alivio cuando bajó los brazos fue impagable, le sobé los hombros, le di un beso tierno y nos despedimos. Cuando llegué a la capital me di cuenta que Susana me había enviado dos fotos, en la primera se veía a ella y a un grupo de amigas en un parque, todas haciendo poses sexys, en la otra esta ella sola con el parquizado al fondo y algunos niños con sus madres jugando, ella estaba sentada en una silla de plástico con las piernas abiertas dejándome ver su sexo húmedo. Yo saque la tanga blanca de mi bolsillo, la olí, después la selle en una bolsa y la guarde en una caja escondida junto a las demás.